LA CAPITAL
“El peronismo estuvo 24 años gobernando la provincia de Santa Fe, y los socialistas llevan doce años y tienen un ciclo agotado”, sostiene José Corral, candidato a gobernador de Cambiemos. El postulante, apela a todas las artimañas discursivas para reivindicar un futuro competitivo de Cambiemos en Santa Fe y evitar que un voto útil hacia Antonio Bonfatti u Omar Perotti lo desperfile.
Según el intendente de Santa Fe, una gestión suya al frente de la Gobernación logrará una provincia más segura, y promete más transparencia en la EPE. En una entrevista de fin de campaña con LaCapital, y ejerciendo un discurso más duro hacia el socialismo que contra el peronismo, Corral cree que le irá mejor que en las primarias, donde quedó en el tercer lugar.
—¿Le va a ir mejor. igual o peor que en las primarias?
—Me va a ir mejor. Vamos a estar muy competitivos. Las Paso fueron una foto del recorrido, porque somos la propuesta más novedosa y no teníamos internas. 323 mil santafesinos confiaron, y eso va a seguir creciendo. Llegaremos con más conocimiento y con el mensaje consolidado. La gente toma las Paso como un ensayo las elecciones generales como un test definitivo. La historia electoral de la provincia demuestra que hay mucha diferencia entre las Paso y la general, y la propuesta más novedosa crece.
—Dicen los encuestadores que aún no se polarizó la elección.
—Es así. Es una elección de tercios, con mucha movilidad. Hay un número importantísimo que no fue a votar, otros que se metieron en la interna de un frente porque había competencia. Nadie vota por temor en Santa Fe, por eso marcamos lo que nos diferencia. Hay que votar la opción más conveniente. El peronismo estuvo 24 años gobernando la provincia, los socialistas llevan doce años y tienen un ciclo agotado. El ciclo agotado se demostró en las Paso, con una elección muy magra. Si uno compara lo que sacó Bonfatti con otros oficialismos, es una elección muy magra.
—El gobernador pidió el voto de Cambiemos, y dijo que son sufragios que, históricamente, estuvieron en el Frente Progresista. Una estrategia directamente vinculada a captar el voto anti peronista.
—Hay un electorado de clase media, informado, muy independiente que en algún momento votó al Frente Progresista y a Cambiemos, que en esta oportunidad volverá a votar nuestra propuesta. Es un sector que está cansado de la inseguridad y de la mala administración del socialismo. No quiere volver atrás para que vuelva el peronismo. La mejor propuesta para ese sector es Cambiemos. Vamos a hacer una muy buena elección y estoy seguro de que vamos a ganar.
—Si gana el peronismo y gana Jaton se habrá demostrado un muy mal negocio la división para usted, para Lifschitz, para todos los radicales y socialistas.
—Es que fue el socialismo el que votó por Scioli en el 2015. Vivo la política, no como un cálculo de conveniencia. Lo que se persiguen son objetivos, valores. Y los radicales sentimos que la opción para los argentinos fue Cambiemos, y lo consolidamos en 2017. En Santa Fe los radicales logramos liderar. No soy ingenuo, evalúo correlaciones de fuerza, pero hice lo que tenía que hacer. Estoy en el lugar en el que me siento cómodo. Tenemos serias diferencias con el socialismo desde el punto de vista de la seguridad, y eso significa opciones diferentes a la hora de gobernar.
—Pero, en términos políticos, sería un gran fracaso para los radicales y socialistas que termine gobernando el peronismo santafesino.
—No lo veo así. Nosotros pujamos por una provincia más segura, queremos que se transparente la EPE. Temas en los que tenemos profundas diferencias con el socialismo, no veo que podamos estar en un mismo espacio.
—¿Es un aliciente para usted que el gobierno nacional, sus indicadores económicos, hayan parado de caer desde las primarias?
—Sí, es importante para el contexto. Seguramente, en algunos votantes influyó el muy mal clima económico de las Paso, con dólar inestable y riesgo país disparado. Y puede influir esta calma del tipo de cambio durante varias semanas, la relativa baja de la inflación. Hay un clima económico mejor que en las Paso. Pero, lo que yo creo, es que a las elecciones las define el estado de la provincia, el conocimiento de los candidatos, la capacidad que tengamos de seducir al electorado.
—Al margen de los resultados, quedarán seis meses hasta el recambio del gobernador. ¿Cómo va a ser su relación con Lifschitz? El gobernador dijo que usted es “un mal intendente y un mal candidato”. Y que usted, como ex integrante del Frente Progresista, encarna eso de que “no hay peor astilla que la del mismo palo”.
—Eso lo dijo porque el socialismo tiene un mal candidato, porque Bonfatti fue un mal gobernador. El peor momento de la inseguridad fueron los cuatro años de su Gobernación. Cuatro años de déficit fiscal y de obra pública por debajo del 10 por ciento es un mal gobierno. Lifschitz trata de equilibrarlo agrediéndome a mí. No me gusta el perfil pendenciero y agresivo de Lifschitz.
—En un eventual ballottage, la Casa Rosada intentará recomponer las relaciones con el gobierno santafesino.
—Siempre estuvo abierta la puerta. Lo dije el día del triunfo de Cambiemos. Pero el socialismo se paró siempre enfrente de Cambiemos, y ante la opción Scioli-Macri formalmente dijo que votaba en blanco, pero los dirigentes que se animaron a verbalizarlo revelaron que lo hacían por Scioli. Lo digo con pesar, porque sería conveniente ampliar Cambiemos, con sectores que cumplen con standard republicano.
—¿No aspiran los radicales a estar todos alrededor de una misma mesa?
—Estamos todos en Cambiemos.
—Hay muchos radicales en el Frente Progresista.
—Decisiones individuales. El partido decidió estar en Cambiemos. Lo decidió la convención en Gualeguaychú, lo ratificó en La Plata y volvió a sostenerlo en Parque Norte. Ojalá todos los radicales de Santa Fe estuvieran en Cambiemos.
—¿Por qué ganó Cambiemos en escuelas de pleno centro rosarino?
—Porque se trata de los votantes más informados. Se identificaron con los valores. Vamos a ganar en muchas más escuelas. Aspiramos a ser la lista más votada. Vamos a ser la propuesta más votada en Rosario