La población carcelaria sigue creciendo, pero es derivada a instituciones penitenciarias y no a las seccionales, que llegaron a estar superpobladas.
Las personas privadas de libertad en la provincia de Santa Fe no dejan de crecer. Contra los estereotipos que aluden a la puerta giratoria, se verificó en 2017 un alza de presos en todo el territorio provincial del 11.5 por ciento en relación a 2016. Si la comparación se establece entre los últimos tres años el repunte es de 19,3 por ciento. Otro dato sobresaliente es que en los últimos cuatro años la población de detenidos en comisarías se redujo el 80 por ciento en todo el territorio provincial.
Según el Ministerio Público de la Acusación de Santa Fe (MPA-Fiscalías) a la fecha la provincia se encuentra en su nivel más alto de personas detenidas considerados los registros disponibles desde 2009. Al último día hábil de ese año los presos eran 3.794 en tanto que a la misma fecha de 2017 eran 5.442