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Lo que parecía que iba a ser una buena noticia para el Gobierno, que comenzaría a mostrar el éxito de la desaceleración de la inflación, pasó a ser un dato viejo. El Indec informó que la suba de precios de julio alcanzó el 2,2%, la más baja del año y varias décimas menos que la de junio y acumuló así una inflación de 25,1% en los primeros siete meses del año.
Sin embargo, la de agosto ya superará nuevamente el 3% y la septiembre podría ubicarse en valores superiores al 6%, debido al salto brusco del dólar que se produjo tras el resultado electoral y la inestabilidad política.
De acuerdo con las cifras oficiales, la inflación interanual fue del 54,4%. Respecto de los rubros, la suba de precios de julio estuvo impulsada por el alza de las naftas, las prepagas, los alimentos y esparcimiento por las vacaciones de invierno.
El número coincide con la expectativa que tenía el mercado para el mes pasado. De acuerdo con el Relevamiento de Expectativas de Mercado ( REM), la inflación de julio sería del 2,4%.
Según la consultora Elypsis, la inflación de julio estuvo más impulsada por los precios de los productos estacionales, que crecieron 4,5%, frente al 1,5% de los regulados. A su vez, la inflación núcleo fue del 2,3% para esta firma. Dentro de los estacionales, las verduras subieron 9,9% y las frutas, 4,1%. Las verduras que más subieron fueron el tomate (50,1%) y el zapallito (46,3%).
Consultado al respecto, y especialmente sobre lo que sucederá con el IPC en los próximos meses, el economista de Elypsis Gabriel Zelpo aseguró que para este mes están esperando una inflación algo superior al 3% porque recién están llegando ahora los aumentos a los supermercados y no van a impactar de lleno en agosto. De todas formas, para septiembre sí se espera una suba de precios superior al 6%, aseguró.