UNO SANTA FE
El candidato presidencial por el Frente de Todos, Alberto Fernández, dijo este viernes en Mendoza que los argentinos “deben dejar de hablar de la grieta y ponerse a trabajar juntos”, y advirtió que “bajar la inflación será una tarea muy difícil”.
“No quiero fundar más ismos. Quiero trabajar por un nuevo proyecto colectivo en el cual cada uno cumpla su parte. Tenemos que hacer un esfuerzo por respetarnos”, señaló Fernández.
El postulante presidencial formuló declaraciones durante una actividad proselitista en la ciudad de San Rafael, Mendoza, donde fue acompañado por la candidata a gobernadora por el peronismo, Anabel Fernández Sagasti, y el intendente local, Emir Félix.
El ex jefe de gabinete durante el kirchnerismo insistió, además, en que si llega a la presidencia no asumirá “una herencia”, sino que se hará cargo de la “conducción de la patria”.
“En 2003 comenzó un proyecto de país que culminó en 2015 y tuvo cosas buenas y malas. El actual gobierno tiró todo al tacho de basura y eso no puede ser. Tenemos que tomar lo bueno, potenciarlo y poder aprender de nuestros errores. Esa es la manera de poner en marcha un proyecto de país”, remarcó Fernández.
Con respecto a la inflación, el candidato a presidente evaluó que el gobierno de Mauricio Macri creyó que con la baja del consumo “solucionaba el problema y equivocó la receta”.
“Se atacó la demanda sin entender que Argentina se consume el 70 por ciento de lo que se produce”, expresó y dijo que “hoy tenemos el doble de inflación que hace cuatro años. Bajarla no será un tarea sencilla; no será fácil. Me conformo si al final de mi mandato bajamos el índice de precios a un dígito”.
Fernández apuntó que Macri dejará un país con 5 millones de nuevos pobres, y que se debe volver a “tener equilibrio fiscal, cuidar las reservas y generar superávit en la balanza comercial”.
“Se trata en definitiva de poner en marcha la perilla de la economía que Macri apagó hace cuatro años”, manifestó.
“El Estado se tiene que asociar con los que producen que son los que generan trabajo. Su rol es el de un árbitro que debe fijar condiciones, sostenerlas y hacer que se cumplan. Somos pragmáticos en materia económica”, definió el candidato.
Se refirió también a las economías regionales y sostuvo que las provincias cordilleranas, como Mendoza, deben “tener mayores pasos hacia Chile” para sacar su producción al mundo de manera menos costosa.
“No puede ser que todo siga concentrándose en el puerto de Buenos Aires. Esto es muy costoso y dificulta el desarrollo de las economías regionales. Hay que abrir pasos en la Cordillera (de Los Andes). Sé que son obras muy difíciles, pero tienen que empezar”, subrayó.