El ministro de Salud de Bahamas, Duane Sands, dijo a The Associated Press en entrevista telefónica que se prevé que la cifra sea “significativamente mayor” en los próximos días, mientras las cuadrillas continúan con misiones de búsqueda y rescate.
Sands señaló que las víctimas son de las islas de Gran Bahama y Ábaco, y se incluye a personas heridas que fueron trasladadas vía aérea a la isla de Nueva Providencia.
En el archipiélago, a solo 80 km de la costa de la Florida, es un paisaje desolador.
Varias naciones se sumaron a los esfuerzos de rescate para las miles de víctimas de Dorian en las islas Ábaco y Gran Bahama, en el norte del archipiélago.
Destrucción inimaginable
Dorian soplaba con intensidad de categoría 5 cuando se instaló durante casi dos días sobre el norte de las Bahamas, donde dejó una destrucción inimaginable.
Un equipo de la AFP que sobrevoló el pueblo de Marsh Harbour el jueves vio escenas de daños catastróficos, cientos de casas destruidas hasta los cimientos, coches volcados, campos enteros de escombros e inundaciones generalizadas.
Se pudo observar como un equipo de personas que llevaban máscaras y trajes protectores blancos cargaban cadáveres en bolsas verdes sobre la plataforma de un camión.
Algunos residentes, aún aturdidos por la tormenta, habían salido a las calles arrastrando sus maletas con sus posesiones más valiosas.
La extensión del daño en Bahamas comenzaba a conocerse este jueves, a medida que los equipos de socorro lograban recorrer el área para rescatar sobrevivientes y llevar ayuda a las víctimas.
Naciones Unidas advirtió que unas 70.000 personas que están en Bahamas necesitan “ayuda inmediata”.
El secretario general adjunto para Asuntos Humanitarios de la ONU, Mark Lowcock, dijo después de reunirse con el primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, que se necesitan con urgencia refugios, agua potable, alimentos y medicinas para unas 50.000 personas en la isla Gran Bahama y para entre 15.000 y 20.000 en Gran Ábaco.
“Es un infierno en todas partes”, dijo a la AFP Brian Harvey, un canadiense que vive en Ábaco.
“Necesitamos salir de aquí”, añadió. “Han sido ya cuatro o cinco días, es hora de irnos”.
Steven Turnquest, quien llegó a Nassau desde Marsh Harbour con sus hijos de cuatro y cinco años tras sortear la tormenta, dijo a la AFP que se sentía afortunado de estar vivo.
“Veo a mis hijos y agradezco a Dios, le pido que me lleve a mí, pero que no se los lleve a ellos. Sobreviví al huracán agarrándome de una puerta”, contó.
La tormenta arrasa Estados Unidos
El huracán Dorian golpeaba este jueves el sureste de Estados Unidos con fuertes vientos y lluvias torrenciales en su camino rumbo a Carolina del Norte, luego de haber arrasado las islas Bahamas.
Según el último informe del Centro Nacional de Huracanes (NHC), divulgado a las 20H00 locales (0H00 GMT), el ojo del huracán, con vientos que alcanzan los 160 km/h, se ubicaba a unos 50 km de Cape Fear, en Carolina del Norte.
La monstruosa tormenta, que está clasificada como un huracán de categoría 2, avanza lentamente en dirección noreste a unos 17 km/h y desató varios tornados en el sureste estadounidense de los que no se reportaron víctimas.