INFOBAE
Es la cuarta vez que Alberto Fernández visita Córdoba desde que es candidato a presidente. En la provincia más reacia hacia el kirchnerismo y donde Juntos por el Cambio triunfó en las PASO con una cómoda diferencia, su gobernador Juan Schiaretti se desligó de la grieta a nivel nacional y, tras ser reelecto, promovió la candidatura de sus legisladores con boleta corta. Sin embargo, a nivel municipal, el peronismo cordobés respalda la fórmula presidencial del Frente de Todos. Por ello la importancia de la reunión privada que mantuvieron el candidato a presidente y el mandatario provincial donde analizaron la actualidad, hablaron del futuro y coincidieron en la necesidad de un pacto social.
Luego de participar de una misa en Córdoba en homenaje al ex gobernador José Manuel De la Sota -a un año de su fallecimiento en un accidente de tránsito-, Fernández y Schiaretti mantuvieron una reunión a solas en el hotel Holliday Inn. “Es un día triste pero es lindo ver cómo lo recuerdan en Córdoba”, expresó el referente del Frente de Todos, tras la ceremonia religiosa.
El encuentro duró cerca de dos horas, y recién sobre el final, ingresó Eduardo “Wado” de Pedro, diputado nacional, hombre de extrema confianza de Cristina Kirchner y ahora también de Fernández.
Luego de dialogar en privado con el gobernador cordobés, el candidato a la presidencia habló con C5N y contó detalles del encuentro. “Estuvimos mucho tiempo hablando, repasando el presente y el futuro, cómo vemos la Argentina y qué creemos que hay que hacer”.
“Fue una linda reunión, para mi siempre es importante hablar con el gringo porque es alguien que tiene mucha experiencia, somos amigos desde hace muchos años”, manifestó sobre el mandatario provincial, sin embargo se refirió a la decisión de promover la boleta corta en las elecciones: “No estamos coincidiendo sobre la visión del presente, ha preferido dar libertad a los votantes cordobeses que lo acompañan a él”.
Al respecto de una futura discusión de gobernabilidad, Fernández mencionó que Schiaretti “ha dicho que trabajará con quien sea presidente, y me da mucha tranqulidad que eventualmente trabajemos juntos”.
En tanto, resaltó que coincidieron en la “visión compleja del presente argentino, hay que hacer el esfuerzo de trabajar todos juntos”. “Él me ha dicho que está muy de acuerdo con mi idea del pacto social”, declaró el ex jefe de gabinete de Néstor Kirchner.
“También vislumbra como un problema el nivel de concentración de ciertos sectores de la economía. No tenemos una mirada muy diferente sobre lo que nos está pasando y cómo encarar el futuro”, resaltó.
Teniendo en cuenta que Córdoba es la segunda provincia más importante en cuanto a caudal de votos, después de Buenos Aires, Fernández fue consultado sobre un posible acuerdo electoral que se traduzca en el apoyo explícito de Schiaretti a la fórmula del Frente de Todos. Al respecto, respondió: “Se lo que piensa el gringo en este punto. No espero de él ni de ningún gobernador que induzca a su gente a votar, el voto de los argentinos es propiedad de los ciudadanos”, enfatizó.
“Lo que si quiero es ver qué país queremos, me importan mucho los gobernadores porque necesito de ellos para construir el país que yo quiero construir, por eso son importantes, no por los votos que puedan inducir a votarme”, agregó.
Al respecto de la postura de Schiaretti de haber impulsado la boleta corta, Fernández manifestó: “Me cuesta entender del gringo es que en su actitud alguien pueda entender que le da lo mismo el país de Macri que el país que yo propongo”. “Pero cuando hablo con él, me doy cuenta que no tenemos diferencias sobre el país que yo propongo y me parece que debe tener muchas diferencias con el país que propone Macri”, aclaró.
“Más allá de la posición que yo respeto, que el gringo ha tomado en el momento electoral, me da tranquilidad que tenemos una mirada de país semejante y me ha dicho con todas las letras que cuente con él para gobernar en el futuro”, enfatizó.
Alberto Fernández también se refirió al debate entre candidatos a presidente y sostuvo que “es un disparate” que se lo haya determinado por ley. “En estas circunstancias, el debate puede ser un problema porque el Presidente va a tener que debatir con tres personas que hacen hincapié en la crisis económica”, declaró argumentando que no sabe cómo impactará al día siguiente en los mercados.