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CASTELLANOS
Otra vez las temperaturas favorables hicieron que miles de rafaelinos salieran a compartir los espacios públicos. Interminables caravanas de autos y motos en la colectora de la ruta 34 y en la zona de Estanislao del Campo. Hubo operativos para controlar uso de barbijo obligatorio y distanciamiento social.
El fin de semana arrojó dos datos en Rafaela: se extendió el período sin detección de contagios de Covid – 19 en la ciudad –la única entre las principales urbes de la provincia que no tiene casos desde hace 3 meses y medio-, y una multitud de miles de vecinos volvió a copar los espacios verdes y paseos públicos de la ciudad, pese a la presencia de efectivos de la GUR, Policía Provincial y refuerzos de la Policía Comunitaria que llegaron a Rafaela no con intenciones de «perseguir» o impedir la presencia de personas en esos lugares, sino de persuadir a los que llegaran a mantener el distanciamiento social, con las recomendaciones del caso. Además, la profundización de los controles en los accesos tuvo otra consecuencia inmediata: en la tardecita del domingo se dieron colas de hasta 5 kms. en los accesos a Rafaela por la RN 34, generando importantes congestionamientos y a la vez un importante volumen de tránsito en la travesía urbana de la ruta.
El propio intendente Luis Castellano había anticipado a este diario el viernes la preocupación que había en el ámbito municipal por la cantidad de gente que se vio en los espacios públicos el fin de semana anterior. Por eso Castellano anticipó la llegada de una veintena de efectivos de la Policía Comunitaria, que vendrían no para impedir que la gente use los espacios públicos, sino para hacer recomendaciones y verificar el uso de barbijo y el cumplimiento del distanciamiento social. Básicamente, evitar aglomeraciones.
La idea era bajar los decibeles. «Si quieren salir a la calle, que salgan, pero cuidándose», pareció ser el mensaje. Es que con temperaturas como las de ayer, con sensación térmica superior a los 25 grados, es difícil que alguien se quede en su casa. A las autoridades locales también les preocupaba la escalada de malhumor social: en las semanas anteriores, a medida que la GUR o la policía intervenían para «desarmar» alguna aglomeración se fue haciendo más notable la respuesta agresiva de los vecinos interpelados.
Por eso, aunque se ajustaron los controles, la orden era no discutir y no ir más allá de las recomendaciones del caso. Así, la fila de autos fue interminable en las calles que conducen a los barrios Brigadier López, Villa Los Álamos y Villa Aero Club: colectoras de la 34, Estanislao del Campo, Bv. Yrigoyen, Vieytes, mostraron una afluencia extraordinaria de vehículos.
También en el Paseo del Este y en el espacio del autódromo que da a Bv. Lehmann hubo decenas de familias. En cuanta canchita y «potrero» se pudo, hubo fútbol, bochas y encuentros de todo tipo: la ciclovía del Fátima, el barrio Antártida, sectores del Jardín y de otros barrios fueron escenario de este tipo de encuentros. En muchos lugares, como comprobó este Diario, había familias reunidas respetando distanciamiento entre grupos e incluso utilizando barbijos. Pero también fue notable el número de motociclistas sin casco y sin ningún tipo de protección que deambulaban por distintos lugares.
Los controles
A primera hora de anoche el Municipio dio a conocer una declaración en la que informó sobre los controles efectuados. «Las actuaciones fueron encabezadas por la Unidad Regional V, Policía Federal, Gendarmería, Policía de Seguridad Vial, Guardia Urbana y Protección Vial y Comunitaria. Además, se presentaron 22 efectivos de la Policía Comunitaria, que arribaron a Rafaela con el fin de reforzar la presencia en los distintos sectores de la ciudad», señaló la oficina de prensa.
Donde sí se ajustaron fuertemente los controles fue en los accesos por ruta nacional 34 principalmente. Sí quedaron prohibidos los encuentros sociales y los intercambios familiares, no se notó: cientos de vehículos circularon ayer por la RN 34, entre ellos vehículos que sin dudas llevaban a familias a visitar a sus seres queridos a localidades vecinas. A la tardecita, una fila de hasta 5 kilómetros aproximadamente se formó en los accesos, donde se pedían permisos y documentación.
