“No se puede más”, dijo Paco Pérez. El líder de La Contra comentó que debió desprenderse de capital para mantenerse en pie. “Exijo mi derecho a poder trabajar”, afirmó
“Triste, desilusionado y decepcionado”, dijo sentirse el compositor que lleva 21 años al frente de la banda, y apuntó: “Nuestra economía está totalmente quebrada”.
El líder de La Contra lamentó que ninguna de las ideas propositivas que el sector le llevó al gobierno hayan tenido una respuesta y que la única alternativa o salida sea la entrega de subsidios. “Nosotros queremos trabajar”, afirmó.
Recordó que en abril, en una reunión con funcionarios del gobierno, vinculados al área de Cultura, pidieron que se habiliten los teatros: “En ese momento no teníamos contagios y estábamos bien (en cantidad de casos positivos de Covid-19) también en mayo y junio”.
LEER MÁS: “Estamos con un número de contagios altos en Santa Fe, pero amesetados”
Hubo otros dos encuentros más con funcionarios pero ninguno dejó satisfechos a los referentes de las bandas, que en julio decidieron movilizarse hasta Casa de Gobierno. “Hubo quienes nos apoyaron y otros que nos criticaron”, rememoró.
“A La Contra la conforman 22 familias que todos los fines de semana dependen de los shows”, contó. Confesó a este medio que tuvo que vender capital para seguir “bancando” la situación, desprendiéndose de una camioneta y de una consola.
“Lo que me duele es que no se respete mi trabajo, que no sea valorado. Yo soy músico, en todos los documentos mi profesión es músico, soy un trabajador de la industria de la música”, añadió.
“A mí me siguen cobrando los impuestos, sigo pagando y tributando; pagando los servicios, y no me permiten trabajar. Lo que quiero y exijo es mi derecho constitucional de trabajar y no me dejan”, sentenció.
No fue optimista de cara al futuro inmediato. Desestimó la posibilidad de que el gobierno permita la vuelta del rubro en temporada estival, con recitales al aire libre y con protocolo.
Sostuvo que algunas decisiones del gobierno “no son lógicas, ni coherentes”, y graficó: “Habilitan restaurantes y no un teatro; habilita un bar pero a las ocho de la noche tengo que pegar la vuelta; no permitió este fin de semana reunirme con mi familia, nietos, pero sí fui a un comedor y había mesas de diez y 15 personas”.
También hizo referencia a la polémica por el evento que realizó Sergio Torres en San Justo, en el cual estaba previsto que actúe La Contra y otras bandas reconocidas de la movida tropical. Los organizadores definieron al show como “una prueba piloto” pero tuvo la intervención del gobierno provincial, quien levantó la programación prevista a partir del domingo (solo hubo un show y el sábado) pero además intimó al municipio para que “se abstenga de otorgar este tipo de habilitaciones para las cuales no se encuentra facultado”.
Sobre la idea montada en la ciudad de San Justo, Pérez manifestó: “Nosotros lo apoyamos. La idea es hacer acústicos con cuatro músicos, no con 20; después de tres meses se logró y tuvo la aceptación del intendente (de San Justo). Fue una prueba piloto, 150 personas sentadas; no estoy hablando de 500, ni de mil. Quedó todo filmado, con control de temperatura y distanciamiento”.
Lamentó las amenazas de llevar a la Justicia al empresario que organizó el evento. “Nosotros habíamos conseguido un lugar para ir trabajar”, y agregó: “Es una iniciativa que se podría hacer en Santa Fe y terminar incluso con algunas fiestas clandestinas”.
“Nos trataron de anticuarentena, lo único que queremos es trabajar. No se puede más”, definió.