El campeón Alemania cayó ante el bravo México y Brasil no pudo con la limitada Suiza. Un consuelo para Argentina.
“Los ricos también lloran” fue una renombrada novela que hizo furor en los 80 en Argentina, en épocas en que no había celulares, no existía Internet y todo transcurría más lentamente. La protagonizó Verónica Castro y, claro, era mexicana. Nada mejor viene a cuento con la jornada histórica que protagonizó justo la selección azteca, que puso de rodillas a la poderosa Alemania, la campeona del mundo, e hizo temblar a su país, al punto que hasta el instituto que mide actividad sísmica registró una al momento del gol de Lozano. Pero el golpe al poderoso y favorito no fue el único en el inicio de la Copa del Mundo. Brasil también se amargó de lo lindo luego de un comienzo a lo candidato y un cierre a lo partenaire ante una Suiza apenas prolija que le robó un empate. Si a eso se le suma el empate de España ante Portugal, que sólo tiene a Cristiano (nada menos), a Argentina le queda como un consuelo el empate frente a la débil Islandia. Sí, en el fútbol los ricos también lloran.
Francia necesitó del VAR para ponerse en ventaja ante Australia, luego le empataron y faltando 10′ pudo ganarlo, transformándose al cabo en el único de los denominados candidatos en vencer en la apertura, pero sin sobrarle nada. El resto de ellos no pudo hacerlo y marca acaso que este Mundial no será un camino de rosas, más allá de que siempre llegan los mismos a las instancias decisivas y esto recién comienza.
La amargura argentina por no poder vencer a un rival que prácticamente apostó todo a encerrarse en su campo y sacar esporádicas contras, acaso encontró ayer otro tipo de justificativo. Por supuesto, hay que recordar que México por historia es mucho más que Islandia y en menor medida también Suiza, que casi amarga a la selección de Alejandro Sabella en los 8º de final del último Mundial. Mientras que Portugal tiene a Ronaldo.
Pero lo cierto es que Alemania era favorita y los mexicanos le ganaron muy bien. España se comía los chicos crudos pero se quedaron sin DT a dos a dos días de empezar a jugar y lo sintieron en el resultado. Y el temible Brasil de Tité, que cambió el chip de la decepción de 2014, de repente volvió a aquellas imágenes de equipo dubitativo desde el golazo de Coutinho en adelante, ante una Suiza que no ofreció a la vista nada del otro mundo.
Por supuesto, esto recién empieza y los grandes de verdad, los “ricos” del fútbol, suelen reinventarse rápido y cuentan con los recursos suficientes para revertir su suerte y por eso aquellos que fueron sorpresa en los debut rara vez escalan hasta más allá de cuartos.
Pero en un Mundial que ya tiene a dos potencias afuera, como Italia y Holanda, no deja de ser un dato que el futuro dirá si fue tan relevante o no. Por lo pronto, la gran novedad de esta copa es que, en conjunto, los favoritos defeccionaron en el estreno y habrá que ver si todos pueden reaccionar o queda alguno en el camino. España, ni hablar Alemania, Brasil y Argentina quedaron interpelados.