El crimen de Daniel Barrientos, el colectivero de 65 años que murió tras recibir un disparo en el pecho en el partido de La Matanza, Buenos Aires, desató la furia de sus compañeros y motivó un paro de 24 horas que paralizó a más de 80 líneas del servicio en la zona oeste de esa provincia.
Barrientos se encontraba manejando una de las unidades de la línea 620, cuando recibió un impacto de bala al haber quedado en medio de un tiroteo entre un grupo de delincuentes y un policía que iban a bordo.
El hombre fue colectivero durante toda su vida y tenía previsto jubilarse dentro de un mes, según contó uno de sus compañeros. Tras haber conducido colectivos durante más de 30 años, iba a concretar su retiro en mayo.
Los compañeros de la línea 620, algunos amigos de la víctima, lo describieron como “un hombre ejemplar” y condenaron la violencia que sufren a diario mientras trabajan. “Es tremenda la situación que nos toca vivir todos los días. El abandono del Estado que hay es tan tremendo como el dolor que tenemos”, señaló uno de los choferes amigo de Barrientos en diálogo con TN.
Cómo fue el crimen del colectivero en La Matanza
El tiroteo que se cobró la vida del colectivero se produjo durante la madrugada de este lunes a bordo de una unidad de la línea 620, en el kilómetro 41 de la ruta 3, en Virrey del Pino.
De acuerdo con los testimonios de los compañeros de Barrientos, dos ladrones se subieron al colectivo en una de las paradas mientras que otro los esperaba a bordo de un auto. En ese momento, los delincuentes intercambiaron disparos con un policía que iba en la unidad, y una de las balas dio en el pecho del chofer.
Los delincuentes huyeron tras el crimen y uno de ellos resultó herido. En el lugar se encontraron siete casquillos de bala y el arma de uno de los ladrones, que se le habría caído durante el escape.