Los cinco candidatos presidenciales se medirán entre sí y expondrán sus ideas frente a los ojos de millones de televidentes, este domingo, en el primer segmento del debate presidencial, en la Universidad de Santiago del Estero. Javier Milei (La Libertad Avanza), Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio), Sergio Massa (Unión por la Patria), Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País) y Myriam Bregman (Frente de Izquierda y Trabajadores-Unidad) se juegan mucho en el encuentro así que prepararon cuidadosamente, en sus respectivos comandos electorales, cómo se dirigirán al público, qué ideas resaltarán, y de qué manera se cruzarán.
Las candidatas y los candidatos que aspiran a la Presidencia de la Nación debatirán el 1° de octubre sobre tres ejes: Economía, Educación, Derechos Humanos y Convivencia Democrática, ordenados con una serie de reglas que se arreglaron durante varios encuentros de sus representantes partidarios con la Cámara Nacional Electoral. Cada uno tendrá 1 minuto libre para su presentación; luego, contarán con hasta dos minutos para desarrollar propuestas. Y contarán con hasta cinco oportunidades para pedir “derecho a réplica” durante 45 segundos.
También habrá una sección de preguntas cruzadas, donde tendrán 15 segundos para formular el interrogante y 45 para dar una respuesta. Y, en el último bloque, cada participante tendrá 1 minuto libre para el cierre del debate. A continuación, los detalles de sus planes y perspectivas de cara al gran encuentro político del año, que tendrá su segunda parte una semana después, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
Javier Milei
Javier Milei, candidato de La Libertad Avanza (Foto REUTERS)En el espacio de Javier Milei pasaron semanas debatiendo internamente si convenía que el líder asistiera al debate presidencial. La intuición les indicaba que, como candidato más votado, era el que tenía más para perder en la contienda dialéctica contra sus rivales. Pero la obligatoriedad del encuentro y la confianza en su experiencia en oratoria dio por tierra con los pruritos e inclinó la balanza a favor de que participe. Y el domingo, el líder de La Libertad Avanza (LLA) será el primero en ingresar al salón de la Universidad de Santiago del Estero.
El candidato más votado en la PASO, que aspira como mínimo entrar al balotaje, viajará mañana en avión de línea rumbo a la provincia del norte, junto a su hermana, Karina Milei, el coordinador de sus asesores y eventual jefe de Gabinete, Nicolás Posse; su compañera de fórmula Victoria Villarruel; y la licenciada en Ciencias de la Familia, Sandra Petovello, posible titular del Ministerio de Capital Humano, que concentrará las áreas de Salud, Desarrollo Social y Trabajo, que hoy tienen rango ministerial y en caso de un gobierno libertario serían degradadas a secretarías. El domingo se sumará al equipo Ramiro Marra, uno de los fundadores del espacio y candidato a jefe de gobierno porteño.
Comprometido con el debate, el líder había designado a su hermana, Karina, para formar parte de las negociaciones en la Cámara Nacional Electoral (CNE), donde los representantes de todos los frentes electorales que se enfrentarán en las urnas el 22 de octubre dispusieron las reglas del encuentro. Y ella, a su vez, sumó al especialista en opinión pública Santiago Caputo, amigo de Milei.
En La Libertad Avanza corre cierto nerviosismo por el resultado del debate, donde habrá cruces con Sergio Massa, Patricia Bullrich, Juan Schiaretti y Myriam Bregman. Cuentan como positivo que en esta primera instancia -la segunda será el domingo siguiente, en la Facultad de Derecho- uno de los tres temas sea la economía, el fuerte de su candidato, que además estará encargado de abrir ese apartado.
Pero los otros dos, Educación y Derechos Humanos/Convivencia democrática podrían representar un desafío para el libertario. Sus propuestas sobre vouchers y privatización de las instituciones educativas, así como la postura sobre la violencia en los 70, defendida especialmente por Villarruel, se encuentran entre las más polémicas de su programa.
Patricia Bullrich, la candidata de Juntos por el Cambio (Foto REUTERS)Patricia Bullrich
La candidata de Juntos por el Cambio liberó ese viernes su agenda de campaña para dedicarse al último día de simulacros del debate presidencial. Por eso volverá al estudio de TV que alquilaron en Belgrano junto con sus principales colaboradores, varios de los cuales hicieron de sparrings en los ensayos anteriores. Esta vez, confían en que José Luis Espert se luzca haciendo el papel de Javier Milei para que Patricia Bullrich pueda practicar las preguntas y las réplicas de este domingo, aunque confían en la habilidad de Hernán Lombardi para simular al candidato oficialista, Sergio Massa.
Los ensayos de Bullrich comenzaron el 19 de este mes y se repitieron desde entonces dos veces por semana de manera intensiva. En el estudio replicaron la escenografía de los debates y la misma dinámica. El resultado dejó satisfechos a todos, empezando por el jefe de campaña, Juan Pablo Arenaza, y el consultor Derek Hampton. “Patricia es rápida y espontánea, y la idea es que no pierda esa frescura que tiene para contestar”, aseguran en su entorno. Uno de los desafíos es manejar ajustadamente los tiempos. Otro, tratar de no entrar en el juego de sus contendientes.
Bullrich sabe que Milei y Massa procurarán atacarla en los temas económicos, que no es su fuerte, pero en los simulacros tuvo el aporte de un experto como Carlos Melconian. Aun así, apuntará a dar respuestas políticas y no técnicas. Otro punto para el que se preparará es cómo contestar las críticas a su pasado de militante en los años 70. Milei ya la trató de “montonera”, aunque no lo fue.
El equipo bullrichista analizó detalladamente las declaraciones y las propuestas de sus principales adversarios, con la clara idea de encontrar contradicciones y flancos débiles. Por eso está confiada en que podrá acorralar tanto a Milei como a Massa, los dos candidatos en quienes se concentraron los simulacros y con los que disputará el ingreso al balotaje. Aun así, Bullrich también se preparó para confrontar sus posiciones con Juan Schiaretti y con Myriam Bregman (cuyo rol lo asumió Laura Alonso). Sus allegados deslizaron que Bullrich tiene preparadas varias “sorpresas” para el debate.
Lo que no sorprenderá es que la candidata de JxC será contundente en cuestionar a Massa como parte del kirchnerismo, apuntando a dejar en evidencia los problemas en el manejo de la economía, mientras que en el caso de Milei pondrá el acento en su “pacto” con el peronismo y con Luis Barrionuevo, que lo emparientan con “la casta”, además de la falta de equipos sólidos.
Sergio Massa
Sergio Massa, el candidato de Unión por la PatriaEn Unión por la Patria (UP) hace tiempo que creen que los debates presidenciales antes de la elección del domingo 22 de octubre serán muy importantes para la campaña electoral. Aunque las discusiones y los temas se fragmentan en unos pocos segundos, el contenido concreto de las frases y el simbolismo de los silencios y las expresiones suelen convertirse en mensajes potentes para el electorado.
En el oficialismo tienen en claro que lo que suceda este domingo por la noche en Santiago del Estero tendrá una repercusión importante en medios de comunicación y redes sociales para Sergio Massa. Sus palabras y sus señas aparecerán comprimidas en distintos formatos que se viralizarán rápidamente. No se trata solo de una trasmisión televisiva, sino también de la expansión del contenido electoral en distintos formatos de comunicación.
Para este primer debate, Massa se preparó pensando, muy especialmente, en polarizar con Javier Milei. Para el peronismo, el candidato libertario es el dirigente a vencer. Estiman que entrarán en el balotaje con él y que la discusión de la política que se trasladará a las urnas es entre el cambio sin rumbo claro que expresan los libertarios o la continuidad con modificaciones del oficialismo luego de tres años complejos.
“Inestabilidad o certezas”, expresó un funcionario nacional en las últimas horas. Lo cierto es que Massa se prepara para confrontar con Milei más que con Bullrich, aunque la intención es mostrar que él puede ser un presidente con firmeza y capacidad de diálogo, mientras los dos opositores solo pueden ofrecer firmeza. Sin negociación ni búsqueda de acuerdos. Dos formas de hacer política bien diferentes.
El ministro de Economía seguirá la línea que tuvo su campaña en esta segunda parte. En el búnker de UP ponen el eje en cinco temas. La portación legal de armas, la posibilidad de comerciar órganos humanos, el cierre de los mercados con Brasil, China y Rusia, el sistema de vouchers para escuelas y la dolarización. Para el oficialismo son todas propuestas inviables. El gran desafío es desacreditar al libertario exponiendo cómo se plasmarían esas ideas en el día a día de una gestión de gobierno.
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