La bajante que experimenta el río Paraná se extenderá durante todo lo que resta del invierno, de acuerdo a los pronósticos del Instituto Nacional del Agua (INA). Desde mayo, el río perdió casi tres metros de altura, de acuerdo a las mediciones que realiza la Prefectura en el Puerto de Santa Fe.
La falta de lluvias en la cuenca alta augura que el fenómeno se prolongará, al menos, hasta septiembre. Así lo afirman desde el INA, indicando que habrá un escenario que se parecerá mucho al de 2022, estamos algo mejor que en el invierno de 2021 pero con una tendencia descendente.
El subgerente de Alerta Hidrológico del INA, Juan Borus, afirmó “En lo que queda del invierno tendremos un descenso adicional, es razonable decir que el nivel mínimo por debajo de los 80 centímetros actuales lo toque en los primeros días de septiembre”.
El río Paraná sobre Santa Fe
Este martes, en el Puerto de Santa Fe, el Paraná presentó una altura de 88 centímetros, muy por debajo de la media para esta época del año. El cambio de escenario fue marcado, en poco tiempo se pasó de un río de aguas extremadamente altas (a comienzos del verano pasado llegó a rozar los 6 metros, por encima del nivel de evacuación) a una importante caída de caudal como se empezó a experimentar a principios de este otoño.
En las proyecciones del Instituto Nacional del Agua trazadas para el escenario a unas dos semanas figura que para el 27 de agosto el Paraná en Santa Fe medirá apenas 82 centímetros de piso en el hidrómetro del puerto local.
Borus indicó sobre el escenario general: “En la alta cuenca del Paraná y la cuenca del Iguazú hubieron algunas lluvias que hacen que el escenario propio del Paraná no sea tan terrible como el del 2021, es algo mejor. Todo esto hace que de Corrientes para abajo llegando a la ribera santafesina tengamos una situación de aguas claramente bajas”.
“Santa Fe está en 1,70 metros por debajo del nivel promedio de agosto en los últimos 25 años, está claramente abajo. Hay una previsión de un descenso adicional que lo provocaría más que nada el río Paraguay que tiene un aporte mínimo. Si hay una mejora vendrá por el Iguazú y por el tramo misionero-paraguayo del río Paraná si se dan algunas lluvias. Estas zonas son de respuesta hidrológica muy rápida, por lo que si llueve allí habrá un repunte rápido y significativo”, remarcó el referente del INA.
!El mensaje es que estamos viviendo un escenario de gran incertidumbre climática, pero por otro lado hay cierto margen para un optimismo para el último trimestre del año. El Paraná en aguas medias a la altura de Santa Fe habrá un escenario que se parecerá mucho al de 2022, estamos algo mejor que en el invierno de 2021 pero con una tendencia descendente”, concluyó el ingeniero hídrico.
Última bajante
La última gran bajante del Paraná se produjo hace cuatro años. Entre 2020 y 2023, el río experimentó un fenómeno histórico con consecuencias en la navegación, la generación de energía eléctrica, la potabilización de agua y la fauna ictícola, entre otros problemas.
Los profesionales del INA mantendrán una reunión de trabajo con los especialistas del Servicio Meteorológico nacional, justamente para actualizar las tendencias climáticas y los pronósticos hidrométricos.