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En medio de la euforia que dejó el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur, Mauricio Macri partió anoche de la cumbre del G20 en Japón con dos premisas básicas: avanzar en nuevos acuerdos comerciales y utilizar su estrategia de política exterior para contrastar con la fórmula kirchnerista en la campaña electoral.
Con una amplia sonrisa en su rostro y mucho optimismo en la comitiva oficial, Macri abordó en Osaka el avión que lo llevaba a Zurich para reunirse con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, quien le entregará el premio “Leave in Football”. Desde la sede mundial del fútbol, el Presidente regresará a Buenos Aires para emprender lo que en el gobierno llaman la “segunda etapa” del acuerdo UE-Mercosur.
En la práctica, esta etapa tendrá un juego local inmediato que es el de la campaña electoral y una estrategia diplomática que se dará en el plano de otros acuerdos de libre comercio del Mercosur con bloques como el EFTA, Japón e incluso China.
“Ellos (por Néstor y Cristina) implosionaron el Mercosur, no había manera de lograr un tratado en esas circunstancias”, explicó Macri anoche a Infobae. De esta manera, el Presidente trazó el camino de lo que serán sus próximos pasos de campaña electoral: contrarrestar el discurso opositor que cuestionó el acuerdo UE-Mercosur frente a la política “aperturista” del Gobierno.
Es decir, se dará fuerte impronta al discurso de libre comercio e inserción global versus el esquema aislacionista que plantea el kirchnerismo.
En el momento de la toma de la foto de los líderes europeos, con Bolsonaro y Macri sonrientes en la cumbre de Japón por el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, se conocieron las opiniones opositoras de Alberto Fernández, Fernando “Pino” Solanas y Axel Kicillof, entre otros.
Fernández cuestionó esa decisión entre el Mercosur y la Unión Europea al advertir que “no genera nada para festejar” sino “mucho para preocuparse”. En el mismo sentido, Pino Solanas fue tajante: “es un día negro para los intereses nacionales”. Mientras que Kicillof directamente calificó el acuerdo de “tragedia”.
Bajo estas premisas, en el Gobierno se mostraron convencidos de que podrán usar ese discurso para polarizar aún más la campaña entre la fórmula Fernández-Fernández versus Macri-Pichetto.
También en el Gobierno consideran que este tipo de declaraciones acerca a los opositores a la posición proteccionista y cerrada que tiene Donald Trump desde Estados Unidos, un alineamiento en el que el propio espacio kirchnerista o de izquierda no se siente nada cómodo.
De hecho, Macri habló con el mandatario estadounidense en la cumbre del G20 sobre los beneficios del acuerdo comercial sellado en Bruselas y le expuso sus bondades para la Argentina. Trump sonrió, y no hizo comentarios al respecto.
Tras la firma del tratado entre ambos bloques económicos, Marcos Peña habló en Osaka con Macri sobre esta estrategia que la oposición le dejó en bandeja. “La batalla por el libre comercio y la apertura al mundo es la próxima apuesta inmediata que se viene en la campaña“, se entusiasmó ante Infobae un asesor del jefe de Gabinete desde Japón.
En diálogo con Infobae, Macri ratificó estos planes antes de partir de Zurich: “Siempre digo que vamos en el camino correcto, que hay que ser paciente, que estamos construyendo la nueva Argentina. Esa es mi posición, y queda ratificada con lo que sucedió en Bruselas“.
Para reforzar esta idea el Presidente insistió en que “este acuerdo va a fortalecer el crecimiento de la región. No sólo por el comercio, sino también por el flujo de inversiones, que es tan importante como el comercio. Este paraguas permitirá dar más tranquilidad, reglas más claras y estables para todos quienes quieren venir a desarrollar esta región”.
Es decir, que en los próximos días el Gobierno usará el tema acuerdo UE-Mercosur como un eje más de la campaña en función del “nuevo motor para atraer inversores”, como describió un funcionario de la Casa Rosada.
Un mensaje que buscará para potenciar aun más la polarización con la oposición kirchnerista y dejar a un lado el esquema de la “tercera vía” que impulsa Roberto Lavagna.
Nuevos acuerdos en marcha
En paralelo a esto, el gobierno cree que la etapa que se viene, más allá de la instrumentación en la práctica del acuerdo que podrá llevar varios años, es cerrar cuanto antes las negociaciones abiertas con otros bloques por nuevos acuerdos comerciales.
“Ahora hay que remar fuerte para avanzar en otros acuerdos y mostrarle al mundo que pueden confiar en la Argentina”, dijo ayer a Infobae un funcionario de la delegación oficial que acompañó a Macri en Japón.
En la práctica, esta estrategia diplomática contempla avanzar con un acuerdo de libre comercio del Mercosur con Japón, otro con China y el que está más avanzado que es las negociaciones con la EFTA, el bloque conformado por Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.
En este sentido, el embajador de Suiza en la Argentina, Heinrich Schellenberg, expresó anoche a Infobae que “el acuerdo firmado entre la UE y el Mercosur es muy positivo porque creemos en los beneficios del libre comercio y además debería facilitar también la conclusión de nuestro acuerdo que está en marcha”. Se refería a las negociaciones bastante avanzadas del Mercosur con el EFTA.
Desde China, Diego Guelar, el embajador argentino apostado en Beijing se lo escuchó exultante tras la noticia de Bruselas y aventuró que “este fue un paso fundamental en la apertura de Argentina al mundo y la consolidación del Mercosur”. Así, Guelar expuso ante Infobae la idea de que “el año 2020 deberá ser el de sentarnos a empezar a analizar con China la factibilidad de un acuerdo de libre comercio sin complejos ni perjuicios”.
Desde Tokio, el embajador japonés que estuvo cuatro años en Argentina, Noriteru Fukushima, lanzó un efusivo y sugerente mensaje en su cuenta de Twitter: “Gran noticia, felicitaciones! Es un gran logro para los paises del Mercosur y la UE pero también para el mundo. Ojalá podamos tenerlo pronto con Japón!!”, dijo.
Anoche, en la comitiva oficial que estaba en Japón destacaba la foto de Macri junto al comisionado de la UE, Jean Juncker, la canciller federal de Alemania, Angela Merkel; los presidentes de Francia, Emmanuel Macron; de Brasil, Jair Bolsonaro y de España, Pedro Sánchez; y los primeros ministros de Italia, Giuseppe Conte, y de los Países Bajos, Mark Rutte. También el titular del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Esa es la foto que se verá en la campaña electoral en lo inmediato y la que usará Macri como base sustancial para avanzar en la diplomacia de acuerdos con otros bloques.