El presidente Alberto Fernández remarcó hoy que la pandemia del coronavirus en el país “no está superada”, a pesar de llegada de las primeras dosis de la vacuna Sputnik V y el inicio mañana de la campaña de vacunación, y reconoció que advirtió “mucho descuido” por parte de la gente durante los festejos de Navidad.
“Hay que seguir entendiendo que el virus está circulando entre nosotros, llamo a la reflexión a todos porque el problema no está superado, ni acá ni en el mundo”, planteó el jefe de Gobierno, que participó del encuentro junto al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, y la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza.
Además, y en el marco del anuncio de un proyecto de viviendas que incluye a los municipios bonaerenses de Avellaneda, Quilmes, Berazategui y Florencio Varela, señaló: “Si ser populista es pensar en los que menos tienen y más necesitan, entonces soy populista. Pongan el título que quieran”.
De izquierda a derecha: Mayra Mendoza, Axel Kicillof, Alberto Fernández, Santiago Cafiero y Jorge Ferraresi
En esta línea, aseguró que “la palabra ética es muy importante” para él. “Este es el gobierno de la ética; por nuestra ética política estamos haciendo esto. Es la ética de todos nosotros, que entramos a la política para abrazar a los más necesitados y darle voz a los que no tienen voz”.
En el mismo sentido, consideró que “el mérito sirve si a todos les damos igualdad de condiciones. Si el mínimo de condiciones no está dado, el mérito no alcanza. Eso definitivamente es así”.
Por otro lado, Alberto Fernández recordó la situación sanitaria y poblacional de Villa Azul, el asentamiento que comparten Avellaneda y Quilmes y que fue aislado de manera preventiva al inicio de cuarentena.
“La pandemia nos permite también hacer las cosas de otro modo y revisar lo que se ha hecho, y hacer correctamente lo que se hizo mal”, afirmó, y agregó que no quiere más “dividir la suerte de los argentinos de acuerdo al mandatario que le toque”, al recordar que el asentamiento estaba urbanizado en Avellaneda y en Quilmes no.
En otro pasaje de su discurso, el Presidente indicó que “los sectores más olvidados de la Argentina entendieron la situación de la pandemia. Tal vez sintieron que alguien los estaba ayudando a cuidar la salud. Guardo para con esos barrios una gratitud eterna porque no sabíamos cómo salir del problema que se nos planteaba y solo nos quedó confiar en ustedes”. “Tengo gratitud por las personas de los barrios necesitados”, concluyó.
Del encuentro también participaron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, los intendentes de Avellaneda, Alejo Chornobroff; de Berazategui, Juan José Mussi; y Florencio Varela, Andrés Watson. También los ministros del Interior, Eduardo de Pedro; de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, entre otras autoridades nacionales y provinciales, que firmaron los convenios de adhesión al Programa “Casa Propia – Construir Futuro” para la construcción de más de 3.000 viviendas.
El Programa se trata de una política de desarrollo territorial y urbano de alcance federal y con una perspectiva integral que busca mejorar las condiciones de acceso al hábitat mediante el acceso a 264.000 soluciones habitacionales en todo el territorio nacional.
Con relación a la campaña de vacunación, durante este lunes se realiza la distribución hacia las provincias y mañana comenzará a inocularse a una parte de la población.
Operarios descargan, el 24 de diciembre de 2020, de un avión de Aerolíneas Argentinas los primeros contenedores de la vacuna rusa Sputnik V contra la covid-19, en el Aeropuerto de Ezeiza (EFE)
Según el plan estratégico informado por el Gobierno, y debido a la “disponibilidad gradual de dosis de vacunas”, se estableció un orden de prioridad de los grupos de población a vacunar en cada una de las etapas en base a un “marco bioético fundado en los principios de igualdad y dignidad de derechos, equidad, beneficio social y reciprocidad”.
Para establecer las prioridades se tuvo en cuenta “el riesgo de desarrollar la enfermedad grave y complicaciones por COVID-19, la probabilidad de una mayor exposición al virus, la necesidad de mitigar el impacto de la COVID-19 en la realización de actividades socioeconómicas y la posibilidad de incidir en la cadena de transmisión”.
Así, en una primera etapa, la vacunación será para los trabajadores de la salud (los que cumplen funciones en terapias intensivas, en las Unidades de Cuidados Intensivos) y los mayores de 60 años.