La escena es lamentable: a ambos lados de la ruta 6, en Santiago del Estero, se formó una especie de río de efluentes industriales, luego de que alguien -posiblemente harto de la contaminación, el olor nauseabundo y la muerte de animales- tapara un canal al que la empresa Viluco SA arrojaba sus residuos. Tras años de desidia, el gobierno provincial se comprometió a no renovar el permiso de vuelco de la compañía hasta que remedie la situación y ponga en funcionamiento una planta de tratamiento.
Con la presencia de la ex presidente Cristina Kirchner, Viluco SA, del Grupo Lucci, inauguró el 16 de diciembre de 2009 su planta en el parque industrial de Frías, sobre la ruta 157, a unos 5 kilómetros de la ciudad. Se trata de un complejo de crushing de soja y producción de biodiésel. La empresa se convirtió en la niña mimada del gobierno de Gerardo Zamora, ya que invirtió unos 90 millones de dólares y generó cientos de puestos de trabajo.
La otra cara de la moneda no tardó en hacerse sentir: en mayo de 2011 el entonces titular de la Defensoría del Pueblo de Frías, Antonio Alberto Véliz, denunció los derrames de efluentes desde la planta hacia un canal de desagüe pluvial que atraviesa terrenos privados, cruza la ruta 6 y desemboca en el río Albigasta. En concreto, afirmó que detectó «rastros de combustibles, grasas, jabones, aceites, etcétera, impregnados de un hedor muy particular y fuerte». Según confirmaron dos fuentes municipales a este medio, hubo gestiones de la empresa para que lo desplacen de su cargo.
«Yo lo que pedía era que hagan una planta de tratamiento, que consiste en unos piletones especiales que retengan los efluentes, para que sólo salga agua de la planta», recordó a Infobae el profesor Véliz. «Gracias a mi denuncia logramos que instalen esa planta. El acuerdo se firmó con el Ministerio de Producción provincial, pero la planta se rompió», añadió el ex funcionario.
Al año siguiente se conoció una denuncia que jamás se esclareció. Según un informe elaborado por el comisario mayor Raúl Mansilla, jefe del Departamento de Seguridad Ciudadana Nº 7, un camión fue sorprendido en la ruta 157, a la altura de Estación del Carmen, con un remito expedido por AG ENERGY VILUCO SA con 19.480 kilos de borras de refinación que fueron descargados en una represa privada. El Defensor del Pueblo volvió a advertir sobre el tema, pero -dijo- no le prestaron atención.
El tiempo pasó y las quejas se multiplicaron, aunque siempre por lo bajo, por esa eterna (y falsa) premisa de que la producción y la generación de empleo no pueden ir de la mano del cuidado del medio ambiente y la salud. «El olor nauseabundo de los derrames es insoportable. También se encontraron animales muertos», contó a Infobae un vecino cuyo testimonio motivó esta investigación.
Un río de efluentes
El canal pluvial al que la empresa arroja sus efluentes sobre la ruta 156 atraviesa varios terrenos privados hasta que cruza la ruta 6 en un lugar bautizado por los vecinos como «puente negro».
Sin embargo, hace un tiempo alguien tapó el canal. Muchos apuntan a los propietarios de los terrenos que están al otro lado de la ruta, pese a que no hay certezas. El siguiente video muestra cómo quedó ese lugar:
Lo cierto es que ese desvío del canal creó una suerte de río de efluentes que acompaña la ruta 6 a lo largo de varios kilómetros. Las imágenes son impresionantes. Vegetación quemada, animales muertos, olor putrefacto. El impacto alcanzó a la propia traza de la ruta, que el año pasado sufrió una grieta por la presión de los efluentes.
Luego de que algunos vecinos formalizaran sus denuncias, hace unas semanas la Subsecretaría de Medio Ambiente provincial «solicitó la regularización de Plan de Gestión Ambiental del tratamiento de efluentes residuales (grasa) de la firma Viluco SA», según informó en un comunicado.
El subsecretario de Medio Ambiente, Carlos Salmoiraghi, confirmó a Infobae que la empresa tiene aprobado su Estudio de Impacto Ambiental y que presenta regularmente informes de gestión de ambiental, pero aclaró que tiene su permiso de vuelco vencido. «Decidimos que no se los vamos a renovar hasta que no presenten un plan de gestión de los efluentes y un plan de remediación», precisó.