El incendio también afectó una vivienda. El agresor fue denunciado varias veces, pero todavía nadie pudo detenerlo.
Una joven denunció ayer que la pareja de su hermana incendió su camioneta y, producto de eso, también parte de su casa. El dantesco episodio ocurrió el miércoles a la madrugada en Dorrego al 3900, donde hay un complejo de viviendas sociales que también pudieron haberse quemado, ya que las enormes llamaradas de fuego tuvieron lugar muy cerca de un medidor de gas desde donde se provee del servicio a todo el vecindario.
Según destacó Leila Figueredo, el suceso se produjo luego de que su hermana denunciara al autor del hecho por haberla violado y agredido. Maia, de 32 años, tenía una relación sentimental con Héctor Omar F., de 46, quien el fin de semana pasado la retuvo en la vía pública y la condujo por la fuerza hasta su domicilio. De allí en más, siempre según el relato de Figueredo, la historia tiene ribetes cinematográficos.
Maia fue conducida a Cusco 1356 y pasó allí horas sometida a golpes y abusada. A su familia, en tanto, no le llamó demasiado la atención la ausencia y supuso que se había ido a encontrar con una amiga
relató lo que pasó: mientras F. la golpeaba, ella le propuso salir a cirujear a la calle con el objetivo de conseguir dinero. La pareja aceptó y, cuando ambos estaban en San Martín y Deán Funes, la mujer ingresó a un bar y “se tiró atrás de la barra” pidiendo auxilio, dijo Leila.
Allí contó que el hombre la tenía amenazada, por lo que en el lugar llamaron a la policía. A esa altura, el agresor había escapado. La víctima fue conducida a la comisaría 16ª, pero en la dependencia le dijeron que no podían hacer nada en cuanto a su novio y el relato de apremios. Por eso, la trasladaron a la Comisaría de la Mujer. No obstante, la joven rehusó radicar una denuncia por miedo a que su novio “la matara”.
Sola y sin ayuda de nadie, llegó hasta su domicilio, ubicado frente al de su hermana. Horas después, comenzarían nuevos ataques de F.
Eran las 14 del martes cuando el hombre se presentó en el lugar y amenazó a viva voz desde la calle que iba a matar a su novia y a prender fuego su casa. No conforme con eso, arrojó piedras y rompió vidrios del domicilio de Leila.
Imparable siniestro
Horas más tarde, al llegar la noche, los vecinos lo vieron prendiendo fuego en la zona, pero, al rato, desapareció. Aunque, sobre las 3, comenzó a arder la camioneta BMW X6 de la hermana de la joven abusada. El fuego se hizo intensísimo, al punto de que las llamas llegaron hasta el frente y techo de la vivienda. Los vecinos salieron a colaborar temiendo incluso que pudiera quemarse el barrio entero.
“Fue una locura total, había desesperación”, marcó Leila antes de señalar que el agresor continuó incluso por entonces amenazando a su pareja y la familia.
Llegaron los bomberos y terminaron de apagar el foco ígneo. A esa altura, el vehículo estaba destruido. Luego, arribó la policía.
A pesar de su presencia, los uniformados le propusieron a la familia que, al amanecer, radicara la denuncia ante el Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Eso fue lo que la hermana de Maia hizo, aunque no sin complicaciones. “Ya no soportamos la falta de respeto del Estado. Mi hermana viene siendo blanco de ataques y agresiones desde hace años”, dijo y sumó: “¿Van a esperar a que todos estemos muertos?”.
Antes de llegar a Fiscalía, la joven llevó a su pequeño hijo al jardín de infantes y se encontró con una desagradable sorpresa. F. estaba allí enfrente, en una plaza, con un bidón de nafta. Desde esa posición, volvió a insistir que la joven volviera con él.
Cuando Figueredo llegó al MPA, contó lo sucedido, pero, según dijo a LaCapital, sólo le aceptaron el relato ligado al incendio.
Respecto de las vejaciones para con su hermana, le solicitaron que radicara la acusación en la Comisaría de la Mujer.
Tras tantos vericuetos, pudo hacerlo y, en esa dependencia, informaron a los fiscales Nora Marull y José Luis Caterina. La mujer se retiró con la promesa de que se harían patrullajes y controles para evitar el acercamiento del atacante. “Eso no pasó”, remarcó Leila. Y F. volvió al lugar. Parecía gozar de la impunidad.
Hartos de todo lo sucedido, los familiares de la dueña de la casa incendiada y sus vecinos, le sugirieron que, con una grúa, llevara el rodado destruido a la puerta de la comisaría 16ª, a modo de demostración del caos vivido.
Volvieron las promesas de acción y se libró una orden detención contra a F.
La familia de Maia esperaba anoche que la historia no volviera a repetirse.
Registro
La provincia presentó el segundo informe del Registro Único de Situaciones de Violencias hacia las Mujeres. Del total de mujeres que denuncia violencia física, 35% admitió que la misma es ejercida por su pareja. El documento brinda las bases para el diseño de políticas públicas que contribuyan a la efectiva prevención y modificación de los escenarios de violencia.