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El evento temático tuvo lugar en un club de Panamá, donde se generó un brutal enfrentamiento entre pandillas de narcotraficantes, de acuerdo con la policía local. Un individuo disparó indiscriminadamente contra presuntos miembros de la banda rival, que también abrieron fuego
Cinco personas murieron en un tiroteo el viernes durante una fiesta de Halloween en Panamá, en un crimen que la policía asoció a una guerra de pandillas vinculadas al narcotráfico, y otros tres cadáveres con signos de ejecución aparecieron en un vertedero. El evento había sido promocionado con imágenes de la popular serie de Netflix El Juego del Calamar.
La fiesta temática de Halloween se desarrolló en una discoteca ubicada en el barrio popular de Santa Ana, en Ciudad de Panamá, cerca del turístico casco antiguo de la capital, donde otras siete personas resultaron heridas.
«El hecho se da por una guerra entre pandillas», señaló el comisionado de la Policía Nacional, Ricaurte De La Espada. La fiesta se promocionaba con imágenes de la famosa producción surcoreana en la que 456 participantes se enfrentan en desafíos fatales para sobrevivir y llevarse el premio final.
El fiscal, Rafael Baloyes, indicó que el incidente se produjo cuando un individuo disparó indiscriminadamente contra presuntos miembros de la pandilla rival «Los Galácticos», que también abrieron fuego contra su agresor.
El atacante murió en el acto, mientras que cuatro de los atacados fallecieron en el hospital. Dos personas fueron detenidas, entre ellas el hermano de uno de los fallecidos en el ataque, al que se le encontró un arma de fuego. «Asumimos que utilizó el arma de fuego para defender a su hermano», afirmó Baloyes.
Por su parte, el director de la Policía, John Dornheim, señaló que varios de los involucrados tenían antecedentes penales y heridas de bala por incidentes anteriores.
Luego de la intervención policial en la fiesta temática que culminó con los cinco fallecidos, tres cadáveres fueron encontradas en Kuna Nega, el principal basurero de la ciudad de Panamá. Los tres cuerpos tenían signos de haber sido ejecutados.
