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Conocido el dato de inflación del mes de junio, que difundió este martes el Indec y que arrojó 2,7% para junio, las consultoras ya comenzaron a cerrar sus proyecciones para el mes de julio que, como sucede en los últimos meses, dependerá de los movimiento del tipo de cambio. Entre el lunes y el martes, por ejemplo, la divisa estadounidense volvió a la tendencia alcista luego de dos semanas en baja y de alcanzar los $42,85.
Desde la consultora Econviews estiman una inflación mensual entre 2,3% y 2,5%, pero advierten que el resultado final dependerá de la mayor o menor volatilidad del tipo de cambio. “Además en julio se suele presentar una fuerte estacionalidad en ciertos rubros vinculados a las vacaciones de invierno, como por ejemplo recreación”, advirtió Lorena Giorgio, economista senior en la consultora.
Según la especialista, el número estará muy condicionado por el tipo de cambio. Y para más adelante, más allá de julio, la expectativa pasa también por el resultado de las PASO. En el caso de que Mauricio Macri logre una diferencia de entre 1 a 3 puntos con la fórmula Fernández-Fernández, Giorgio ve más posibilidades de una desaceleración más rápida, ya que puede a ser tomado como un dato “positivo” por el mercado.
“Con un buen resultado para el Gobierno en las PASO y el dólar controlado, para septiembre se podría podía llegar a un 2%. Obviamente también vemos a la inflación subiendo marginalmente hacia noviembre y diciembre con un nuevo ajuste en el precio de los servicios regulados, sobretodo los que dependen de las provincias y de la ciudad de Buenos Aires”, agregó la economista.
La inflación que otros países tienen un año nosotros la tenemos cada mes y ademas se hace posponiendo ciertos aumentos. Este atraso que está teniendo en tarifas de servicios públicos y en el dólar puede acelerarse después de las elecciones (Kalos)
Los datos de la consultora EcoGo, en tanto, estiman una inflación en torno a 2,3% para julio, con desaceleración en alimentos —con un bajo arrastre que dejó junio— y sin impacto relevante en tarifas, pero sí por aumentos en prepagas y taxis, según explicó su director, Federico Furiase.
En el caso de Ecolatina, la previsión es que el Índice de Precios al Consumidor crezca 2,4% en julio, acumulando un 24,7% en los primeros siete meses del 2019. Entre la primera quincena de julio e igual período de junio, el IPC GBA de Ecolatina avanzó un 2,4% y, según sus proyecciones, los precios mantendrían esta dinámica en lo que resta del mes.
En la primera quincena de julio, los rubros que más subieron fueron atención médica y gastos para la salud (por el aumento de las prepagas) y esparcimiento (por la suba de bienes y servicios relacionados con las vacaciones de invierno). Por su parte, alimentos y bebidas creció 2,9%, trepando por encima del nivel general.
“En julio la inflación bajará por cuarto mes consecutivo y no superaría el 2,5%. Pese a que el alza de precios persistirá elevada, sería la más baja desde el inicio de la corrida cambiaria a mediados del año pasado“, indicó Lorenzo Sigaut Gravina, director de Ecolatina, que prevé que la inflación alcance 40% en 2019.
¿Por qué la inflación sigue en niveles altos y no hay una desaceleración más rápida en un contexto donde el dólar baja, se congelaron los aumentos de tarifas y la economía está en recesión? “Durante estos meses hubo una inercia bastante importante“, señaló Giorgio. Desde E, estiman una inflación anual de 41% para fin de año.
Con un buen resultado para el Gobierno en las PASO y el dólar controlado, para septiembre se podría podía llegar a un 2% (Giorgio)
Martín Kalos, de la consultora EPyCA coincide en que la estabilidad del dólar —que evitó que se sigan disparando los precios de los alimentos— y el congelamiento de los aumentos de los servicios públicos explican el sendero descendente. Pero advierte que la inflación se mantiene inercialmente alta y que puede acelerarse después de las elecciones.
“La inflación que otros países tienen un año nosotros la tenemos cada mes y ademas se hace posponiendo ciertos aumentos. Este atraso que está teniendo en tarifas de servicios públicos y en el dólar puede acelerarse después de las elecciones. Este es el riesgo de una economía que todavía no se normaliza y se mantiene niveles nominales altísimos“, detalló.