Asimismo, durante la Expo Rural se señaló que la merma en el consumo de carne vacuna tuvo su compensación en la ingesta de otros cortes, particularmente los aviares.
Así, se estableció que el argentino come –en promedio y al año– 48 kilos de carne vacuna, 46 kilos de pollo, 16 kilos porcina, 7 kilos de pescado y 2 kilos de ovina.
Al respecto, el integrante de la Mesa de las Carnes, Victor Tonelli, consideró: “El conjunto del sector pecuario va a potenciar a cada una de las carnes, y lejos de competir entre ellas son socios que se benefician mutuamente. Hoy el pollo ha equiparado el consumo de carne vacuna, lo cual marca el extraordinario crecimiento de lo que en un momento llamamos carnes alternativas y hoy simplemente llamamos carnes”.
Según cálculos de la Mesa de las Carnes, hoy la producción de proteína animal supera las seis millones de toneladas, lo que supone un incremento en el volumen del 20% respecto de mediados de la década pasada. En la actualidad, las exportaciones de carnes equivalen al 17% de la producción total y permite el ingreso de unos US$ 3.500 millones; mientras que la facturación de todas las cadenas cárnicas alcanza los u$s 24.000 millones, y genera 717.000 empleos a nivel nacional.
La palabra del sector pecuario
En el marco de la “Jornada de las Carnes” que se realizó en la Expo Rural 2022, muchos referentes del sector dieron cuenta de la situación que atraviesa la actividad. Sustentabilidad, comercio exterior, situación alimentaria en el mundo, medidas políticas y avances tecnológicos fueron algunos de los ejes de estas disertaciones.
El presidente de la Cámara de Matarifes y Abastecedores (Camya), Leonardo Rafael, detalló que hay 3.000 matarifes operando, que son los responsables del abastecimiento del 80% de la carne que se consume en el mercado interno, y negó que sean los responsables del alza de los precios en el producto. “Los techos en precios que se han tocado fue por un estancamiento en la actividad primaria. También hay una atomización en la parte minorista y del matarife, donde el comercio de barrio y de cercanía se sustenta con la evasión, y hay un 80% de marginalidad”, señaló.
Representando al sector aviar, el vicepresidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), Joaquín de Grazia, consideró que el fuerte aumento en el consumo se debió a las aptitudes propias de la genética de los animales. “Hoy estamos en 48 kilos de consumo y las virtudes están en el producto, empezando por el precio que en nuestro país es fundamental”, destacó.
El coordinador de la Comisión de Carnes de la Sociedad Rural Argentina, Carlos Odriozola, puso la mirada en lo global e indicó que “las actividades de ganados y carnes presentan un horizonte positivo y prometedor”, con cotizaciones en niveles altos. Según las estimaciones, en los próximos diez años las importaciones mundiales de las carnes vacunas, porcinas, aviares y ovinas demandarán 36 millones de toneladas adicionales, seis veces más de lo que produjo Argentina el año pasado.
En 2021 “el consumo de carnes en la Argentina, incluyendo el pescado, llegó a 120 kilos por habitante, 8 kilos más que hace una década, con tendencia a la diversificación”, explicó Odriozola.