El tandilense se impuso por 7-6, 6-2 y retiro. El español no pudo terminar el encuentro por una molestia en su rodilla derecha. “La Torre” irá por su segunda consagración en Flushing Meadows ante el ganador del duelo entre Novak Djokovic y Kei Nishikori
uan Martín del Potro (3°) es finalista del US Open por segunda vez en su carrera. Tras el abandono del español Rafael Nadal (1°), el tandilense se clasificó al partido decisivo del último Grand Slam del año. El domingo buscará repetir la consagración de que alcanzó en la temporada 2009.
“La Torre” se quedó con el triunfo en la primera semifinal, que se disputó en el estadio Arthur Ashe, por 7-6 (3), 6-2 y retiro en una hora y 59 minutos de juego.
Del Potro chocará el domingo ante el ganador del duelo que protagonizarán más tarde el serbio Novak Djokovic (6 del mundo) y el japonés Kei Nishikori (19°).
El set comenzó con un quiebre por lado. Ninguno lograba imponer su juego y el desarrollo era parejo. La derecha de Del Potro solo lastimaba de manera aislada, su saque no estaba fino y se sucedían los errores de ambos lados. En el noveno juego, Nadal cedió su saque y el argentino se dispuso a sacar para cerrar el parcial. Dispuso de dos set points y no pudo capitalizarlos. Así, se fueron a un tie break en el que “La Torre” sacó una diferencia de 7-3 para tomar la delantera en el marcador.
La lesión del número uno del mundo enmarcó el segundo parcial. Nadal no estuvo a la altura físicamente y Del Potro afianzó su juego. En la mente del tandilense no pesó el condicionamiento de su rival. “La Torre” logró dos quiebres y se llevó la manga por 6-2.
En el descanso, el español -campeón defensor del certamen- llamó al médico y decidió abandonar. La molestia en su rodilla era realmente intensa y lo obligó a tener que retirarse de un partido clave.
Así, Del Potro llegó a la final de su torneo favorito, del que ganó en el 2009 al vencer en la final al suizo Roger Federer.
En ocasión de aquella consagración, el tandilense tenía 20 años y una promisoria carrera. Hoy, con casi 30, es un “sobreviviente” del circuito, un jugador que supo reinventarse tras lesiones, cirugías y largas ausencias para llegar a su mejor nivel.
El domingo, ante Djokovic o Nishikori, Del Potro escribirá una página más de su historia de superación.