LA CAPITAL
Los restos mortales del ex presidente Fernando de la Rúa fueron despedidos ayer en el Congreso de la Nación, en una ceremonia que contó con la presencia del presidente Mauricio Macri y otros funcionarios de su gabinete. Lo propio ocurrió con integrantes del equipo que acompañó al radical entre 1999 y el 20 de diciembre 2001, cuando renunció en medio de la peor crisis económica, social e institucional en la historia del país, que se cobró 39 vidas.
El primero en acercarse al velatorio fue Macri, quien se presentó acompañado por su esposa, Juliana Awada, en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso, minutos antes de que la ceremonia fuera abierta al público.
Luego de decretar tres días de duelo nacional, el primer mandatario estuvo algunos minutos acompañando a los hijos de De la Rúa, Antonio, Fernando y Agustina, a su mujer, Inés Pertiné, y a los nietos del ex presidente.
“Fernando tenía una enfermedad complicada, pero la iba sobrellevando bien. Lo vamos a despedir como corresponde: era un patriota que dio todo por el país”, llegó a decir su viuda antes de ingresar al Congreso, visiblemente emocionada.
De la Rúa (81 años) murió ayer, a las 7.10, en un centro médico de Escobar, en la zona norte del Gran Buenos Aires.
Perfil
Nacido en Córdoba y de larga militancia radical, fue primer jefe de Gobierno porteño y presidente de la Nación por la Alianza, que terminó con su precipitada salida del poder en diciembre de 2001, dos años antes de completar su mandato constitucional.
De la Rúa también fue senador y diputado nacional y el poseedor de un dato para no pasar por alto: nunca perdió una elección en la que estuviera en lo más alto de las respectivas nóminas.
El féretro fue ubicado en el extremo sur del Salón de los Pasos Perdidos y los restos del ex jefe del Estado fueron engalanados con su bastón presidencial y una bandera argentina.
Custodiado por cuatro granaderos, el cuerpo de De la Rúa fue saludado por numerosos dirigentes políticos, entre los que se destacaron actuales funcionarios nacionales y ex compañeros de gabinete del radical.
En los pasillos de entrada al Salón de los Pasos Perdidos se acomodaron coronas florales que habían mandado temprano instituciones y los gobernadores de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y de Córdoba, Juan Schiaretti, entre otros dirigentes.
La vicepresidenta Gabriela Michetti se acercó a la ceremonia pasadas las 17, minutos después de que lo hicieran el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el secretario General de la Presidencia, Fernando De Andreis.
También habían saludado a la familia la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich (ex titular de Trabajo en la gestión de De la Rúa); sus pares de Defensa, Oscar Aguad, y de Interior, Rogelio Frigerio; el canciller Jorge Faurié y los senadores nacionales Luis Naidenoff (jefe del interbloque Cambiemos), Federico Pinedo (presidente provisional de la Cámara alta), Julio Martínez y Esteban Bullrich.
Alrededor de las 19, se hicieron presentes el presidente del interbloque Cambiemos de Diputados, Mario Negri, el legislador Facundo Suárez Lastra y el vicegobernador de Buenos Aires, Daniel Salvador.
Nicolás Gallo, ex secretario general de la Presidencia, fue uno de los que más tiempo estuvieron junto al féretro, así como los ex ministros Horacio Jaunarena (Defensa), Ricardo Gil Lavedra (Justicia), Adalberto Rodríguez Giavarini (Cancillería) y Christian Colombo (jefe de Gabinete).
También estuvo presente el ex presidente de Diputados Rafael Pascual, los ex senadores Cristina Guzmán, Oraldo Britos y Pedro Del Piero, los ex diputados Carlos Chicho Basile (peronista) y Luis Brandoni y el dirigente radical Enrique Coti Nosiglia.
Ningún representante de la oposición se acercó hasta el Congreso. Tampoco Alfredo Cornejo, presidente de la UCR, ni ninguno de los principales líderes partidarios.
A la reacción vía declaraciones públicas o redes sociales del casi todo el arco político argentino (ver página 10) se sumó la de la cantante colombiana Shakira, quien recordó al radical, con cuyo hijo Antonio estuvo en pareja durante once años, como “un amigo”. Y destacó su “humildad” y sostuvo que afrontó muchas luchas “con la dignidad y la fortaleza que tanto admiraba”.
El velatorio cerró al público minutos después de las 20, cuando los familiares más cercanos de De la Rúa se quedaron solos alrededor del féretro, que luego fue llevado a la sala O’Higgins (barrio porteño de Núñez), donde quedó en guarda hasta hoy, a las 11. El cortejo finalizará en el Parque Memorial, en Pilar, para la inhumación del ex presidente.
salón de los pasos perdidos. Fernando de la Rúa fue velado hasta anoche en el Parlamento.
Cavallo rompió el silencio y pidió una reivindicación
El ex ministro de Economía nacional Domingo Cavallo expresó ayer que “murió un patriota injustamente denostado” y aseguró que, “cuando se escriba la historia objetiva de esta época, (Fernando de la Rúa) será reivindicado y se concluirá que el golpe institucional que lo sacó del poder abrió las puertas a un período aciago de nuestra historia”.
A través de su blog, Cavallo aseguró que ese período, que concluyó con la renuncia del radical a fines de 2001, “terminará de salir sólo si la gestión de Mauricio Macri logra los apoyos que, lamentablemente, le fueron negados a De la Rúa”.
Y recordó: “Cuando en enero recibí la noticia de que De la Rúa había sido internado en grave estado de salud, sentí la necesidad de expresar que los comentaristas políticos y económicos y, en particular, los dirigentes, habían sido muy injustos con él”.
“Frente a su fallecimiento, reitero mi reconocimiento a su lucha por el bienestar de los argentinos, concluyó.