De los cuadernos a los fondos de campaña de La Cámpora. Mañana, la Cámara Federal sorteará quién será el juez que analizará las campañas del Frente para la Victoria de 2011, 2013 y 2015, según lo resolvió el juez Bonadio.
La causa de los cuadernos de la corrupción dejó a la luz un secreto a voces: el oscuro financiamiento que se mueve detrás de las campañas políticas. Pero ahora, en vísperas de un año electoral, la Justicia decidirá si investiga el dinero que manejaron el Frente para la Victoria y La Cámpora para las elecciones de 2011, cuando Cristina Fernández fue reelecta presidenta con más del 50 por ciento de los votos, tras la muerte de Néstor Kirchner; para las elecciones de 2013, oportunidad en que Sergio Massa se apartó del oficialismo; y para las elecciones de 2015, en las que Mauricio Macri se convirtió en presidente.
Así lo resolvió el viernes el juez Claudio Bonadio, al separar de la causa de los cuadernos la investigación sobre el dinero que se habría entregado a dirigentes de La Cámpora, según las declaraciones que brindó como «arrepentido» el ex secretario de Obras Públicas José López y los pendrives encontrados en la casa del secretario del ex jefe de Gabinete, Juan Abal Medina -que hoy publica Infobae–.
La decisión de desprenderse de ese expediente, después de haber hecho desfilar por los tribunales de Retiro a las principales figuras de esa fuerza, encabezadas por el diputado Máximo Kirchner, llegó en momentos en que la continuidad del juez en la ‘causa cuadernos’ podía estar en jaque. Julián Álvarez, el ex viceministro de Justicia, había recusado días antes a Bonadio por presunta parcialidad, porque el magistrado era querellante en su contra en otra investigación. Si Álvarez hubiera tenido suerte en su embate, Bonadio habría quedado afuera del caso.
Pero Bonadio usó las palabras de Máximo Kirchner, en su indagatoria, para interpretar que el caso del financiamiento no formaba parte de la asociación ilícita de los cuadernos. Dijo que los imputados recibieron «dinero para destinarlo a actividades de naturaleza política y electoral, de modo irregular y fuera de la normativa vigente».
En su resolución –publicada el viernes por Infobae-, Bonadio señaló que «parte del dinero ilegal de la asociación ilícita investigada también se destinó para solventar actividades de naturaleza electoral» y por eso había que abrir una investigación aparte para analizar si se violó la ley de partidos políticos (ley 26571) y la de financiamiento de partidos políticos (ley 26215). Esa ley prevé sanciones como «la pérdida del derecho a recibir contribuciones, subsidios y financiamiento público» si se detecta que una fuerza política recibió fondos diferentes a los autorizados.
Bonadio habló de las campañas del Frente para la Victoria del 2011, 2013 (vía los pendrives) y de 2015 (vía el arrepentido José López) . En los pasillos de Comodoro Py 2002 se prendieron las alertas con este movimiento. Es que esta causa puede impulsarse en medio de un clima electoral para el 2019, en donde se debate si Cristina Kirchner será o no candidata y el oficialismo se juega su reelección. Por ahora todo está en el terreno de las especulaciones.
Recién mañana, lunes, la Cámara Federal sorteará a un juez que se haga cargo de esta nueva investigación. Pero no se descarta que el tema termine aterrizando en manos de la jueza electoral María Servini -quien en abril último ordenó la intervención del Partido Justicialista, más tarde revocada por la Cámara Electoral-.
Las campañas K bajo sospecha
El kirchnerismo ya había enfrentado sospechas por la campaña electoral que llevó al sillón de Rivadavia a Cristina Kirchner. En 2016, el juez federal Ariel Lijo procesó a ex funcionarios y empresarios en la causa por lavado de dinero por los aportes a la campaña electoral del 2007 de Cristina Fernández, salpicados por la mafia de los medicamentos y el triple crimen de General Rodríguez.
Pero ahora los pen drives –a los que accedió Infobae- que se secuestraron en el departamento del ex secretario de Juan Abal Medina, quien fue jefe de Gabinete de Cristina, dejaron expuesto cuánto dinero no formalizado se destinó, vía La Cámpora, a encuestas, impresiones o logística en 2013. Para el fiscal Carlos Stornelli y el juez Bonadio, las anotaciones del chofer Oscar Centeno demostraron de dónde salían esos fondos: de la banda formada por empresarios y ex funcionarios, encabezados por Néstor y Cristina Kirchner, para montar un sistema de recaudación paralelo con los negocios de Planificación.
El juez tiene aún que resolver la situación procesal del ex jefe de Gabinete Juan Abal Medina y de su ex secretario, Martín Larraburu, quien estuvo preso casi un mes en el primer momento que explotó el caso. Ambos apuntaron al fallecido Juan Carlos «Chueco» Mazzón, a cargo del área de Asuntos Políticos Institucionales de la Presidencia. Dijeron que desconocían de dónde venían los fondos ni cuánto dinero se había entregado en total. No obstante, confirmaron las entregas de dinero relatadas en los cuadernos.
Los pendrives que detallaban el dinero
El chofer Centeno había escrito el nombre «Martín» en sus cuadernos. Los investigadores no tardaron en develar que se trataba de Hugo Martín Larraburu, quien coordinaba la Unidad Técnica de la Jefatura de Gabinete, bajo las órdenes de Abal Medina. Lo detuvieron en su departamento de la calle República Árabe Siria al 3100 en la madrugada del 1 de agosto. Allí se secuestraron computadoras y teléfonos. También un pen drive marca Kingston de color negro, de 8GB, en donde Larraburu tenía detalles de unos movimientos bancarios de una cuenta en las Islas Vírgenes; y otro pen drive de color azul que decía www.Telam.com.ar.
En esas memorias aparecieron una serie de cuadros y planillas. Larraburu explicó que registró la información que le entregaba Mazzón sobre «el avance de la campaña, presupuestos y gastos». No pudo precisar cuáles archivos habían sido generados por él mismo, pero resaltó que era «información suministrada por distintas personas que trabajaban en la campaña en los gastos; por jurisdicción generalmente se mencionaba el candidato referente político del lugar por sus iniciales, pero eso no significa que se le hubieran entregado fondos directamente».
También dijo que cuando en la planilla figura CFK hace referencia a la ex Presidenta de la Nación y PASO a las elecciones. Y que cuando aparecía JDV era Julio De Vido y PL, Planificación. «En las planillas se reflejan dos orígenes de dinero que se recibían aunque los dos corresponden al Ministerio de Planificación. Todo provenía para mí del mismo lugar del Ministerio pero cuando me daban los listados con los aportes me pidieron que haga esa distinción sin saber yo a que respondía», señaló en la declaración a la que accedió Infoba