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El robo de joyas en el Museo del Louvre sigue generando impacto en Francia y el mundo. A casi una semana del hecho, se difundieron las primeras imágenes del escape de los delincuentes, que se llevaron nueve piezas históricas de la Galería de Apolo, una de las salas más emblemáticas del museo parisino.
Los videos muestran cómo los asaltantes huyeron en apenas ocho minutos, utilizando un montacargas estacionado frente al río Sena, en el muelle François Mitterrand. Disfrazados con chalecos amarillos y naranjas, simulaban ser empleados de mantenimiento y lograron descender sin despertar sospechas, mientras los turistas aguardaban para ingresar. Luego, escaparon en motocicletas de gran cilindrada.
Un golpe planificado con precisión
Según la investigación, dos de los ladrones llegaron en el camión que transportaba el montacargas y otros dos en moto. Con una sierra radial rompieron una ventana del balcón que da a la Galería de Apolo y accedieron directamente al sector donde se exhiben las joyas de la Corona francesa.
En pocos minutos sustrajeron nueve joyas de valor incalculable, entre ellas:
- Una diadema de perlas que perteneció a la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III.
- Un collar y pendientes de zafiros de la reina María Amelia.
A las 9:37 de la mañana se activó la alarma del museo, pero para entonces los ladrones ya habían abandonado el edificio por el mismo punto de ingreso. Durante la huida dejaron caer una corona del siglo XIX con 1.354 diamantes y 56 esmeraldas, que fue recuperada por el personal de seguridad.
“Las evaluaciones iniciales sugieren que una delicada restauración es posible”, informó la presidenta del Louvre, Laurence des Cars.
Fallas en las cámaras y críticas a la seguridad
En sus primeras declaraciones tras el robo, Des Cars admitió que, si bien las alarmas funcionaron correctamente, las cámaras exteriores estaban obsoletas y mal orientadas.
“El parque de cámaras exteriores es muy insuficiente y no cubre todas las fachadas del Louvre”, explicó.
“Desgraciadamente, en el lado de la Galería de Apolo, la única cámara instalada está orientada hacia el oeste”, añadió.
El presidente Emmanuel Macron ordenó reforzar de inmediato las medidas de seguridad del museo, que reabrió sus puertas al público, aunque la Galería de Apolo permanecerá clausurada hasta nuevo aviso.
Un golpe millonario y una investigación internacional
La fiscal de París, Laure Beccuau, confirmó que los delincuentes alquilaron el vehículo con documentación falsa, simulando una mudanza, y estimó que las pérdidas económicas ascienden a 102 millones de dólares, sin contar el daño patrimonial.
El caso reavivó el debate sobre la falta de inversión en seguridad del museo más visitado del mundo, que en 2024 recibió nueve millones de turistas, el 80% extranjeros.
En los últimos meses, empleados del Louvre habían denunciado reducción de personal y carencia de recursos técnicos para vigilancia, advertencias que hoy resuenan con fuerza tras el robo de las joyas reales.
