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En medio de las advertencias del propio staff técnico por las consecuencias de una mayor volatilidad previa a las elecciones, el FMI autorizó al Banco Central a tener mayor “poder de fuego” para sofocar cualquier reacción del tipo de cambio. Concretamente, aumentó en forma sustancial el margen para que pueda vender dólares en el mercado de futuros. Así procura que en caso de una mayor demanda de divisas preelectoral haya que salir corriendo a vender reservas.
Como parte de la cuarta revisión del acuerdo vigente, una de las mayores novedades fue la autorización a la entidad que preside Guido Sandleris para que salga a vender hasta USD 3.600 millones en futuros. Previamente, el monto era de sólo USD 1.000 millones, por lo que se trató de una ampliación sustancial.
Pero como además el BCRA aprovechó para comprar futuros en el último mes y medio, en realidad esa capacidad de intervención superaría los USD 5.500 millones. Esta mayor flexibilidad representa una suerte de “trinchera” para proteger a las reservas.
El FMI armó junto al Central una suerte de “trinchera”. El objetivo es evitar por todos los medios que una mayor ansiedad entre los inversores obligue al Gobierno a vender reservas. Previamente habrá disponible muchas otras opciones
En caso de un incremento fuerte de la demanda de dólares en la previa a las elecciones, antes de salir a vender reservas el Central podría ofrecer contratos a futuro, asegurando a los compradores un determinado nivel de tipo de cambio aún con posterioridad a las elecciones de octubre o el posible ballotage de noviembre. Esta cobertura con la venta de futuros ha demostrado ser efectiva para evitar o al menos suavizar venta de reservas en épocas de stress.
Esta autorización que el Fondo le otorgó a Sandleris va en línea con el “staff report” conocido ayer. Allí el organismo reconoce que existe el riesgo de nuevos episodios de turbulencia cambiaria por la cercanía de las elecciones. E incluso señala que la volatilidad del tipo de cambio en abril fue una muestra clara de esta situación, por lo que es conveniente tomar recaudos.
La posibilidad de que el Central intervenga discrecionalmente en el mercado cambiario fue dispuesta a fin de abril y a partir de allí se tranquilizó la cotización del dólar. Pero el Central tiene otros recursos, como la venta de futuros y también mantener alta la tasa de interés para atraer inversores que opten por quedarse en pesos. Además, el Tesoro seguirá vendiendo USD 60 millones diarios hasta fin de año con los recursos del Fondo.
La preocupación de Washington por lo que suceda en la Argentina en estos meses preelectorales también quedó plasmada en la obligación que tendrá el BCRA de informar de manera semanal al FMI. Tendrá que detallar el estado de las reservas, el comportamiento de futuros y también cómo va evolucionando la base monetaria. Es decir será seguido muy de cerca por los técnicos del Fondo, ante la preocupación por el impacto que el resultado de las PASO y luego de las elecciones pueda generar entre los inversores.