LA NACION
Nuestro voto ya está. Hay que pescar afuera”. La descripción del alto funcionario marca una de las preocupaciones que, hoy por hoy, atraviesa el comando electoral nacional de Juntos por el Cambio, que trabaja para la reelección de Maurcio Macri.
El objetivo de llegar a la segunda vuelta en las elecciones del 27 de octubre solo podrá lograrse, según razonan en varios despachos de Balcarce 50, quitándole votos a los adversarios. No únicamente a Roberto Lavagna o a Juan José Gómez Centurión, sino también a Alberto Fernández. Por lo pronto, la estrategia del “voto útil” para “equilibrar los poderes” en el próximo período-sea quien sea el ganador final-será uno de los caballitos de batalla de los funcionarios y candidatos en las horas que vienen.
“Trabajamos, primero, para llegar al ballottage. Llegar al ballottage garantiza el equilibrio de poderes. Es muy importante que nadie tenga la suma del poder público”, afirmó el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, en una entrevista al diario La Capital de Rosario, publicada ayer.
En la entrevista, Frigerio combinó la apelación a la limitación del futuro poder presidencial con la defensa de lo hecho. “Se abre la esperanza de poder convencer a más argentinos de que no hay que dar marcha atrás en todos los avances que se lograron”, afirmó, aunque destacó además que la prioridad para Macri y su equipo es “trabajar todos los días para gobernar y resolver los problemas. Tenemos la responsabilidad de gobierno hasta el 10 de diciembre y esa tiene que ser nuestra prioridad. La respuesta hay que dársela a los que nos votaron y no nos votaron”, dijo el ministro.
Luego de la reunión de gabinete encabezada por el Presidente en la Casa Rosada, los ministros Guillermo Dietrich (Transporte) y Germán Garavano (Justicia) coincidieron en que llegar a una segunda vuelta es un deseo compartido por el oficialismo.”Llegar al ballottage, no tengo dudas, es el camino para ganar la elección, y gobernar cuatro años mas con Mauricio Macri como presidente”, dijo Dietrich. “La llegada al ballotage nos pondrá en una posición competitiva para ganar la elección”, agregó el ministro de Justicia.
La búsqueda de la parte del electorado (entre 10 y 15 puntos) que prefiere al Gobierno antes que al kirchnerismo, pero optó en agosto por otras opciones (además de Lavagna y Gómez Centurión, por José Luis Espert) ya comenzó. El jueves pasado, Macri se reunió, en Casa Rosada, con representantes de iglesias evangélicas, muy críticas de la habilitación del debate sobre el aborto, y que se inclinaron-cuando menos en parte-por Gómez Centurión y su frente NOS.
En el Gobierno recuerdan que hay 8 puntos entre los porcentajes del Gobierno en las legislativas del 2017 (obtuvo cerca del 42 por ciento) y los casi 34 de las PASO. “Hay que ir a buscar a los que votaron a otros, y también a los que no fueron a votar”, explicó otro funcionario, quien de todos modos dejó además un mensaje moderado. Subir la base de votantes en un 5 o 6% y que Fernández no tenga votos nuevos”, para quedar por debajo de los 45 puntos es la ilusión que atraviesa a los referentes del oficialismo.
“La prioridad es la gobernabilidad y la estabilidad cambiaria. Es la condición necesaria para ir a buscar ese porcentaje y hacer la mejor campaña posible en un contexto complejo”, afirmaron desde la Casa Rosada, al inicio de otro día con la mira en los mercados.