Por unanimidad, con 67 votos a favor y ninguno en contra, el Senado aprobó los allanamientos a las tres propiedades de Cristina Kirchner, pedidos por el juez Claudio Bonadio en la causa de los caudernos de las coimas, que se comenzó a investigar luego de las revelaciones de Oscar Centeno, ex chofer de Roberto Baratta, mano derecho de Julio De Vido. La ex mandataria también votó a favor.
Los operativos serán en tres domicilios: el de Recoleta, ubicado en Juncal 1306, el de Río Gallegos en la calle Mascarello 441, y el de El Calafate en la calle Padre de Agostini y Los Tehuelches. Aún no se sabe cuándo serán, pero ahora el magistrado tiene libertad para ordenarlos cuando crea conveniente.
En particular, la votación fue distinta. Se votaron los dos artículos del dictamen. El primero es igual a lo que se votó en la general, es decir, autorizar los operativos. Por eso, el resultado no cambió: 67 positivos y ninguno negativo.
Sin embargo, el segundo punto, que disponía que el juez “deberá cumplimentar las diligencias procesales con la debida diligencia, prudencia y decoro”, lo votaron de forma negativa el Frente para la Victoria y otros peronistas debido a que no eran las condiciones que había pedido Cristina Kirchner.
El artículo completaba que debían respetarse “los derechos y garantías constitucionales involucradas, en particular el derecho a la intimidad; ello así advirtiendo que se trata de un deber en todos los casos, en el marco de medidas de orden restrictivo como la presente y en particular atención a tratarse de una senadora de la nación que fue dos veces presidente de la República”.
Si bien el tablero marcó 66 votos afirmativos, el resultado fue 67 ya que el voto del senador Eduardo Aguilar no fue computado y no figuraba en la pantalla.
La ex presidente fue una de las últimas oradoras, habló más de 40 minutos y basó su defensa en críticas hacia el Gobierno. También dejó en claro que no está arrepentida de nada: “No me van a hacer arrepentir. Si creen que con los Bonadio, los desafueros, me voy a arrepentir, no. No me arrepiento de nada de lo que hice. Me arrepiento de no haber sido lo suficientemente inteligente o amplia para poder persuadir o convencer de que lo que estábamos haciendo, con errores o aciertos, había mejorado la vida de millones de argentinos y la posición de la República Argentina”.
“La historia de la argentina demuestra que pueden encarcelar gente, pueden meter a todos los opositores, me pueden meter presa. ¿Usted cree que realmente la Argentina va a ser más gobernable? Me atrevo a decir que no es así. Al contrario, deberian comenzar a intentar rever políticas en lugar de insistir en este tipo de cosas”, sentenció.
La sesión comenzó pasadas las 14:20, cuando Cambiemos consiguió quórum. Hubo en total 24 oradores, con muchas posiciones a favor y en contra. Los argumentos, de quienes acompañaron, se basaron en que colaborará a la investigación y en que la Argentina necesita “justicia”, mientras quienes lo rechazaron se basaron en la “persecución política” hacia la ex jefa de Estado y a que el pedido de Bonadio no estaba bien fundamentado.
Uno de los discursos más encendidos a favor de la norma fue el de Esteban Bullrich, que apeló a la frase “queremos flan” que viralizó Alfredo Casero: “Fueron muchas denuncias y obras que no avanzaron. No avanzaron porque repartieron flan. Flan para el juez, flan para el fiscal, flan para el periodista militante, flan para acallar a los que denunciábamos la corrupción”.
“Como todo cocinero sabe, cuando uno cocina mucho flan en algún momento se queda sin huevos. Y en Argentina hubo escasez de huevos para que avanzaran las causas de corrupción. Eso fue lo que pasó”, completó.
Por el lado del kirchnerismo, se destacó María Inés Pilatti Vergara, quien disparó fuerte contra Bonadio y el peronismo opositor: “¿Ustedes qué creen? ¿Que esto no se va a dar vuelta? Esta cirqueada de la que están siendo cómplices, ¿creen que no les va a tocar a ustedes alguna vez? Excavaciones, escaneos de paredes en departamentos vecinos. ¿Sabes qué, Bonadio? Escaneate la cabeza, a ver si nos encontramos con que te queda una neurona de sensatez republicana”.
Y agregó: “Para los compañeros con los que compartimos hasta hace muy poco tiempo el mismo bloque político les digo: pueden tratar de justificar su accionar con la transparencia, con la anticorrupción, de querer quedar bien con las señoras gordas que se pronunciaban ayer frente al Congreso. Pero, ¿saben qué? En el barrio, en los barrios de donde nosotros venimos, eso se llama traición. Y de la traición no se vuelve”.
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