Lo prometió el gobierno nacional, que ya comenzó a cambiar los durmientes de todo el trayecto. Pero son más de 40 mil y sólo repusieron mil
El gobierno nacional prometió que en dos años el tren Rosario-Retiro tardará cuatro horas para cumplimentar ese trayecto. Si el anuncio se cumple, sobre el cierre del mandato de la actual administración central se llegará casi al tiempo prometido en 2012, cuando se dio a conocer que se retomaría el añorado servicio. Para eso, ya comenzó el cambio de durmientes en todo el tendido de las vías. Pero son más de 40 mil y hasta ahora sólo repusieron mil.
Fue en 2012 cuando el entonces ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, anunció que se instalaría “un servicio ferroviario de pasajeros que llegará en tres horas y media” de Rosario a Capital Federal. En ese mismo acto, justificaba el jamás concretado compromiso de plasmar el tren de Alta Velocidad (Tave), conocido como tren bala, con la frase: “Muchas veces lo ideal es enemigo de lo posible”.
El recorrido en cuatro horas será una modificación sustancial. Sin embargo, los trabajos tienen su demora, ya que se realizan de manera artesanal, cambiando los durmientes uno por uno. No obstante, las vías ya fueron renovadas.
El diputado nacional de Cambiemos, José Núñez, celebró esa transformación estructural del tren a Buenos Aires y dijo que “el ciento por ciento de las vías están montadas y se encuentran en operación. El gran desafío es solucionar el problema de los más de 40.000 durmientes de hormigón fisurados, que se colocaron durante el gobierno de Cristina Kirchner y hoy obligan a los trenes a tener que circular, por algunos sectores, a velocidades bajísimas”.
En ese sentido, el legislador detalló que “es un trabajo artesanal y ya se cambiaron más de mil durmientes, tarea que demanda mucho tiempo, pero que cuando se concluya, en unos dos años, hará bajar el tiempo de viaje a cuatro horas”.