UNO SANTA FE
El presidente Alberto Fernández sostuvo, en el tercer día de la cuarentena social, preventiva y obligatoria que hoy «no» piensa en declarar el estado de sitio ante la pandemia de coronavirus y dijo que «no quisiera llegar a eso» porque «solo hablaría muy mal de la sociedad argentina».
Además dijo que su principal preocupación, en este momento, son las personas que no respetan la orden de aislarse.
«Lo que más me preocupa es la incomprensión de la gente, que haya tontos que no entiendan el riesgo en el que estamos, el idiota que circula con fiebre que lastima a la salud de todos, su egocentrismo que no lo deja ver cómo puede dañar al de al lado. Quiero aclarar que no son los más sino que son los menos. La inmensa mayoría está en sus casas dejando pasar el tiempo como puede. No saben la gratitud que tengo para con ellos», dijo el Presidente.
Agregó que «tenemos un sistema legal funcionando» y por eso «no hace falta hoy por hoy» declarar el estado de sitio, en declaraciones a Telefé.
Y agregó: «Los problemas más dolorosos con el coronavirus se produjeron en los países que no previeron la velocidad del contagio, y por eso el sistema de salud no pudo hacerle frente. Si nos quedamos en casa, el contagio va a ser más lento y vamos a poder atender a los pacientes. Cuando más lento el contagio, mejor la posibilidad de que la gente sea mejor atendida. Ese es el secreto».
«Más de 20 mil personas se fueron de la Argentina después de que el 13 de marzo avisé a los argentinos que había una pandemia y que se frenaba todo. Después de eso, se fueron 20 mil argentinos. Y muchos pidieron después que los traiga urgente. Esto es una prueba de la desaprensión que hay de los argentinos», acotó.
Y añadió: «Hoy la cuarentena es prácticamente plena. Tenemos dificultades en los barrios más humildes porque las casas son muy chicas y el hacinamiento en el que vive la gente es muy grave».
«Esta no es la pelea de un presidente, es la pelea de la sociedad. Tenemos que estar todos mancomunados. Yo me siento muy acompañado por la inmensa mayoría, quedan solo algunos insensibles», destacó.
Al mismo tiempo evaluó: «Necesitamos aplanar la curva, y tenemos que seguir haciéndolo. Del uno al diez, en cantidad de infectados y de gravedad, no sabemos dónde estamos. No sabemos qué es lo que vamos a enfrentar. Estamos peleando contra un ejército invisible. Pero si nos encerramos, la posibilidad de contagiarse es mayor. No quiero decirle a la gente estamos espléndidos».