El ministro de Educación santafesino, José Goity, definió que el 2025 será el “año de los aprendizajes”. En ese sentido, trabaja para implementar la hora más de clase en el nivel primario de manera obligatoria en todas las escuelas de la provincia “ingresando un rato antes y saliendo una hora después”. También, confirmó que “en la segunda quincena de enero” convocará a los gremios docentes para iniciar la paritaria. Y anunció que este año se van a inaugurar escuelas cuyas obras se retomaron, y que hay en marcha unas 400 nuevas aulas.
Frente a las manifestaciones docentes en contra del gobernador Maximiliano Pullaro y su gestión, el funcionario defendió el premio a la asistencia para los maestros que no cuentan con ausencias sin justificar y dijo que los reclamos del sector obedecen a “representaciones gremiales que se han visto confrontadas”, a las que responsabilizó también de la caída de la calidad educativa.
Goity es uno de los hombres más cercanos y de mayor confianza del mandatario provincial, está desde hace tiempo a su lado, y fue su representante para fijar las reglas del único debate de candidatos a la Casa Gris que se hizo en El Tres una semana antes de las elecciones en 2023. En medio de sus vacaciones, atendió a Rosario3.
–¿Cuál fue el balance del primer año de gestión?
–Cuando arrancamos la gestión nos pusimos algunos ejes y hemos avanzado en todos. Lo central está puesto en el aprendizaje y sus déficits, vemos que el sistema es muy potente pero no tiene los resultados en función de los recursos y tiene algunos déficits. Primero, se trata de ordenar el sistema que necesita ser gestionado de otra manera: pusimos el eje en el ausentismo docente no sólo por una cuestión económica sino por lo que implica como discontinuidad del aprendizaje cuando el docente no tiene regularidad frente al aula, y hemos logrado avances. Otro punto es la infraestructura escolar con muchos años de desinversión y los últimos cuatro años sin inversión sostenida y regular. Trabajamos a través de varios programas como el Mil Aulas con casi 400 en ejecución, que vamos a poder cumplir en dos años cuando estaba pensado para cuatro años. Otro, es el de asistencia a establecimientos con fondos de necesidad inmediata con 10 mil millones de pesos para sostener de manera permanente y sistemática a las escuelas. En 2025 vamos a inaugurar una importante cantidad de escuelas que reactivamos y terminamos. Y por último, poner en foco en los aprendizajes con énfasis en el plan de alfabetización, que se está abordando en todas las jurisdicciones. Sin embargo, ninguna lo ha hecho como Santa Fe llegando a los chicos de primer grado de todos los establecimientos escolares, con los mismos programas, bibliografía, abordaje, y capacitación a docentes. En definitiva, ordenar el sistema sin eufemismos ni esconder o esquivar la realidad, apostar a la infraestructura y poner en foco los aprendizajes.
–¿Hacia dónde va la provincia en materia educativa?
–Estamos en un camino de transformación en el ámbito educativo. Durante mucho tiempo llevamos adelante políticas que no dieron resultados o resultados no satisfactorios. Y en educación no nos podemos permitir eso. El 2025 debe ser el año de la calidad educativa, debatir cuántos son los recursos y qué hacemos con ellos, y fundamentalmente cómo mejoramos los aprendizajes. El 2025 tiene que ser el año de los aprendizajes.
La relación con los docentes
–Entonces, ¿por qué hay enojo entre los docentes para con el gobierno provincial? Hubo manifestaciones en contra del gobernador por parte de los maestros en diferentes oportunidades.
–No creo que haya enojo de la docencia de manera generalizada, sí de sectores vinculados a representaciones gremiales que se han visto confrontadas. Hubo expresiones de enojo que responden a determinados intereses o concepciones y no son mayoritarias. Hago una distinción entre las expresiones políticas de algunos sectores y el conjunto docente. Durante 20 años se ha hecho alarde de la inversión pero ha decaído la calidad educativa y hay que hacer un mea culpa por parte de todos los que participamos en el sistema con diferentes niveles de responsabilidad. La dirigencia gremial también, ya que han sido fundamentales en el condicionamiento de las políticas educativas.
–¿Cómo vivió las manifestaciones en contra suya por parte de sectores de la comunidad universitaria desde donde usted proviene?
–En la comunidad universitaria hay diversas ideas y se debe poder expresarlas. Muchas veces estas ideas van más allá de un debate sano y democrático, a veces se tornan en posiciones coercitivas y pretenden condicionar la gestión. Lo que sea punitivo o coercitivo, no lo vamos a permitir. El debate sí, acciones persecutorias no.
–El premio a la asistencia que instrumentó el gobierno durante el primer año de gestión es visto como una especie de presentismo.
–El premio a la asistencia ha sido una de las políticas correctas y que ha tenido alto grado de aceptación. La cantidad de docentes que perciben este premio ha ido en aumento y son la mayoría. Hasta ahora se había fallado en donde se ponen los incentivos o a quienes se premia. Estas son políticas que miran para adelante. No todos somos iguales ni respondemos de la misma manera y no podemos ser tratados de la misma manera. Un docente que es regular en el curso debe ser reconocido. No hemos descontado un solo día por cuestiones de salud y reconocemos y tutelamos todas las licencias. No es lo mismo un docente que concurre regularmente a la escuela que un docente por determinadas circunstancias no lo hace. Esto no implica reducción de sueldos sino que se han incrementado todos los meses. No todos los trabajadores pueden dar cuenta de aumentos de sus sueldos todos los meses. De enero a diciembre del año pasado han superado la inflación entre 6 y 8 puntos. Se trata de reconocer al docente y lo toman de esa manera, no hemos tenido quejas, incluso hemos recibido mucho apoyo.