Tras el evento, el peronista Ziliotto destacó «la necesaria articulación entre lo público y lo privado que sostenemos e impulsamos para generar un proceso virtuoso de producción y trabajo al servicio del desarrollo de nuestro país».
Por su parte, Nicolás Pino destacó que por primera vez se decidió invitar a los gobernadores para agasajarlos como expositores y participantes, ya que 16 provincias tienen stands en la muestra. «Nos pareció un momento y un espacio oportuno para juntarnos”, indicó el titular de la SRA.
El careo entre las partes tuvo lugar apenas una semana después de que el Senado aprobara por amplia mayoría el proyecto de las 24 jurisdicciones para generar nuevos esquemas de redistribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y del impuesto a los combustibles líquidos. Ahora, las iniciativas deberán discutirse en Diputados. El Presidente ya anticipó que, en caso de aprobarse, las vetará.
A la mañana, al participar de la inauguración de la muestra, Francos le bajó el tono a la disputa y aseguró a radio Rivadavia: «No estamos en guerra con los gobernadores». No obstante, afirmó que “siempre intentamos acercarnos, ellos se alejan un poco a veces, priman las circunstancias políticas”. Precisó, a la vez, que su intención es “acordar demandas de los gobernadores con situaciones que tiene el gobierno central”.
Gobernadores reclaman convocatoria oficial de Nación
Del otro lado del ring, aclararon que las invitaciones fueron cursadas por la SRA con antelación a la batalla legislativa. «Nosotros tenemos una invitación desde el 26 de junio a reunirnos con la SRA, mucho antes de los proyectos de ATN e impuestos a los combustibles. Si ellos invitaron a Francos y hay una mesa de diálogo, obviamente no nos vamos a levantar y nos vamos a ir. Siempre estamos dispuestos al diálogo», habían anticipado.
«Todo zaraza», graficaron con mayor rispidez desde otro distrito ante las versiones de un eventual encuentro para discutir ambos temas. La semana pasada, luego de que se aprobaran los dos proyectos de ley por un amplio margen en el Senado, las provincias esperaban una convocatoria formal de la Casa Rosada. Contrario a las expectativas, la gestión libertaria no abrió canales de negociación, más allá de algunas comunicaciones subterráneas para atomizar al bloque.
Si bien los distritos sostuvieron la unidad, hay posiciones disímiles puertas adentro. Por ejemplo, Alfredo Cornejo pule los detalles finales de un acuerdo electoral con La Libertad Avanza (LLA) en Mendoza, por lo que una guerra abierta con los libertarios podría complicar las conversaciones. Similar escenario vive Frigerio, quien apuesta a sellar su propio entendimiento con los cuarteles violetas de cara a las elecciones de octubre, donde deberá renovar sus tres bancas en el Senado.
Por fuera de ese esquema, Axel Kicillof (Buenos Aires), Ricardo Quintela (La Rioja) y el ya mencionado Ziliotto pretenden acelerar en los reclamos, consecuentemente con su posición opositora a Javier Milei desde el inicio de su mandato. Otros líderes de corte provincialista, como Alberto Weretilneck (Río Negro), Rolando Figueroa (Neuquén) y Claudio Vidal (Santa Cruz) son tiempistas y siguen con atención los vaivenes.
Los caciques arrastran un largo pliego de reclamos, que incluyen la parálisis de la obra pública, el estado de las rutas nacionales, la caída de la coparticipación federal y la discrecionalidad en el reparto de los ATN. A eso se les suma la falta de interlocutores con Nación, que permitan a llegar a entendimientos. Milei abonó esa postura en los últimos días, a afirmar que los mandatarios buscan «destruir al Gobierno nacional».
Entre los ausentes de las principales provincias agroindustriales se destacaron Maximiliano Pullaro, quien está abocado a la convención constituyente que reformará la Carta Magna de la provincia. También el cordobés Martín Llaryora, otro de los líderes dialoguistas que viene levantando el tono de sus quejas al oficialismo en el último tiempo.