UNO SANTA FE
La última medición en el Puerto alcanza 1,39 metros, según los registros de Prefectura Naval. Hasta ahora, el registro más bajo se había dado en diciembre del año pasado
Este lunes 6 de abril , los registros brindados por Prefectura Naval en el Puerto de la ciudad de Santa Fe para el río Paraná, marcaban 1,39 metros, tan solo unos 3 centímetros más según lo que preveía el pronóstico del Instituto Nacional del Agua en la zona, para la semana próxima.
De acuerdo con los registros de los últimos 40 años, se trata de la medición más baja, ya que anteriores referencias sitúan a bajantes históricas en 2009, con 1,53 metros como la medida más baja de este siglo; y le sigue el 2001 con 1,60 metros; y el 2000 con 1,82 metros. En la última década otros puntos bajos fueron en 2018 con 1,86 metros; 2012 con 1,99 metros; 2013 con 2 metros; y 2010, 2014, 2015, 2016 y 2017 con mínimas que no superaron los 2,67 metros, según los registros del Centro de Informaciones Meteorológicas de la UNL.
• LEER MÁS: El río Paraná en bajante histórica: se prevé que a mediados de abril alcance 1,36 metros
Al igual que desde el mes de octubre del año pasado, las imágenes en la laguna Setúbal nuevamente nos devuelven los bancos de arena y la gran costa a la vera de las playas.
• LEER MÁS: Hace 47 años que el Paraná no registra una bajante similar en diciembre
Escenario
El INA da cuenta de que no se avizoran cambios en las próximas semanas.
El informe revela que durante enero y especialmente febrero, las lluvias sobre las nacientes del río Paraná en Brasil permitieron recuperar los bajos niveles de los embalses emplazados en la mitad superior de la alta cuenca, la que se suele mencionar como “cuenca regulada”. No obstante, los montos acumulados y sus excedentes no alcanzaron como para conformar una crecida estival de la alta cuenca. Por otro lado, vale destacar los escasos montos de lluvia registrados sobre la mitad inferior de la alta cuenca, la cuenca “no regulada”, marcando una fuerte disminución en el aporte al curso principal del río Paraná. En lo que va de este mes de marzo se agudizó esa falta de lluvias, al tiempo que mermó la actividad sobre las nacientes.
Como resultado los niveles de embalse se mantuvieron lejos, en términos medios, de los normales operativos. El INA marcó que es el tercer verano en que los embalses sufren esa situación, que los obliga reducir las descargas de todo el sistema.
En cuanto al río Paraná en territorio argentino, plantea en perspectivas que no habrá lluvias significativas, por lo que la condición de las cuencas de aporte al tramo continúa siendo de escasez. El caudal que ingresa al tramo está muy por debajo del promedio de marzo desde 1995.