La actividad industrial en Santa Fe experimentó en julio de 2025 una fuerte caída que encendió señales de alarma en el sector. Según el informe elaborado por la Federación Industrial de Santa Fe (FISFE), la producción fabril se redujo un 5,2% interanual y un 3,3% en la medición desestacionalizada frente a junio, interrumpiendo la tenue recuperación que había comenzado en la segunda mitad del año pasado.
En el período enero-julio, la industria manufacturera acumula una mejora de 5,3%, aunque el nivel de actividad aún se ubica un 10,2% por debajo de 2022 y un 3,9% por debajo de 2023.
El informe destaca que el 58% de las ramas industriales analizadas mostró retrocesos, con especial incidencia negativa en la molienda de oleaginosas (-14,5%), vehículos automotores (-38,7%), autopartes (-10,5%) y maquinaria agropecuaria (-7,1%). En contraste, se registraron subas en carrocerías y remolques (+35,3%), muebles y colchones (+25,1%) e industria siderúrgica (+8,3%).
La situación se ve agravada por el encarecimiento de los costos financieros, la debilidad en la demanda interna y una dinámica del comercio exterior poco favorable. En julio, las exportaciones de manufacturas de origen industrial cayeron un 16,3% en el acumulado anual, mientras que crecieron las importaciones de bienes de consumo (+39,3%) y de vehículos automotores (+146,4%).
El informe concluye que las condiciones para la recuperación siguen siendo frágiles, en un contexto donde la industria provincial enfrenta serias dificultades para sostener la producción y el empleo, en paralelo a un escenario nacional de estancamiento fabril y creciente presión importadora.