LA OPINION
La Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA) aseguró ayer que tras las elecciones primarias sus proveedores les incrementaron los precios de los productos en un 15% y pidieron al Gobierno ser incluidos en la rebaja del Impuesto al Valor Agregado.
El pedido de los kiosqueros se dio después de que el Gobierno de Mauricio Macri decidió reducir a cero el IVA para una serie de productos esenciales de la canasta básica. La UKRA solicitó al ministerio de Producción y Trabajo bajar el IVA al cero por ciento en alfajores, galletitas, turrones, barras de cereal, jugos, aguas minerales, sodas, gaseosas, chicles y pastillas.
Ernesto Acuña, representante de UKRA, aseguró en declaraciones al canal de noticias A24 que la situación es “acuciante”, dado que por la caída de las ventas siguen cerrando kioskos en todo el país.
Según un informe de la Unión de Kiosqueros Argentinos, unos 28.000 kioscos, almacenes y despensas pequeñas cerraron en el país en los últimos tres años como consecuencia de la caída de ventas, la presión impositiva y la suba de costos fijos por la eliminación de subsidios en las tarifas de electricidad.
Acuña aseguró que tras las elecciones primarias, “ya el lunes” 12 de agosto los proveedores y distribuidores bajaron las mercaderías con un 15% de incremento para todos los productos que comercializan los kioskos.
“Tuvimos aumentos desde el lunes 12: los distribuidores de Arcor (una de las empresas alimenticias más grandes de la Argentina) nos bajaron las listas de precios con un 15% de incremento sobre todos los productos”, se quejó Acuña.
Y señaló que en el caso de los alfajores Guaymallén, mientras el dueño de la empresa daba una nota a un medio televisivo en la semana posterior a las elecciones, sus distribuidores bajaban los productos con “un 15% de incremento”.
Acuña dijo que esta suba de precios terminará impactando en los kioskos que ya no tienen capacidad de absorber los aumentos porque están al límite, dado que cada mes vender menos y hace menos caja para subsistir.
“Lo que ocurrió con la devaluación se traslada a los precios y a los costos fijos”, lamentó Acuña, quien solicitó a las grandes empresas que controlen a sus distribuidores porque estos no están aplicando el descuento del IVA a los clientes, que son los comerciantes.