Lo anunció ayer la central obrera, tras fracasar la negociación con el gobierno. La medida de fuerza es en rechazo al rumbo económico.
La Confederación General del Trabajo (CGT) convocó ayer a un paro nacional por 24 horas para el próximo lunes 25 de junio sin movilización y en rechazo al rumbo económico del gobierno, luego de que fracasaran las instancias de diálogo con la Casa Rosada.
La huelga fue anunciada en la sede de Azopardo por el miembro del triunvirato Héctor Daer, acompañado por Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, quienes confirmaron que a la jornada de protesta se sumará la Unión Tranviarios Automotor (UTA), como integrante de la CGT, por lo que no habrá transporte público de pasajeros.
“Luego del debate, la conclusión es que los datos económicos y de empleo, los datos que tienen que ver con todo lo que afecta a los sectores más vulnerables, se van afectando y cada vez son más alarmantes”, señaló Daer.
Tras una reunión del consejo directivo, los dirigentes sindicales confirmaron que avanzaron con el llamado al tercer paro nacional luego de que fracasaran los contactos informales que habían mantenido con funcionarios del gobierno hasta ayer al mediodía.
De hecho, los sindicalistas no concurrieron por la mañana a la Casa Rosada para la reanudación del diálogo que habían iniciado el jueves pasado con los funcionarios, al deslizar que habían recibido planteos del oficialismo que no contemplaban la mayoría de los cinco puntos que exigía la CGT para desactivar el paro.
Los reclamos
Los pedidos de la central obrera eran reabrir las paritarias firmadas por el 15 por ciento; la devolución de fondos adeudados por el Estado a las obras sociales sindicales; dejar de insistir con los puntos “conflictivos” de la reforma laboral; eximir del impuesto a las ganancias al medio aguinaldo de julio próximo y evitar despidos en los sectores público y privado durante los próximos seis meses.
Al respecto, Daer reveló que, sobre el último punto, el gobierno les propuso “crear una comisión para analizar los despidos por actividad y sector con representantes empresarios y sindicales”, pero advirtió que la CGT buscaba “algo mucho más imperativo respecto de que no habrá más despidos” y se quejó de que el gobierno “siempre pone la zanahoria para dentro de seis meses”.
Schmid agregó: “Nosotros estamos señalando que el gobierno tiene que corregir el trazado económico y el gobierno ha respondido según su naturaleza, ya que la visión del equipo económico (sobre una norma que prohíba despidos) es que no pueden intervenir en las reglas del mercado. Nosotros estamos en las antípodas de eso”.
Sobre la eliminación de Ganancias para el próximo medio aguinaldo, Daer sostuvo que el oficialismo les habló de la “imposibilidad” de tomar esa medida y completó: “Su objetivo es el déficit fiscal así que no va a haber ninguna reducción de impuestos para los trabajadores”.
Luego de la conferencia de prensa en la sede de calle Azopardo, la CGT emitió un comunicado en el que manifestó su apoyo al proyecto del senador Miguel Angel Pichetto para excluir del impuesto a las ganancias el medio aguinaldo, al que consideraron “un paliativo importante para las economías de los trabajadores bajo relación de dependencia”.
En rigor, el paro se terminó de definir debido a que la gestión de Mauricio Macri estaba dispuesta a atender “un punto y medio” de los cinco del listado de la CGT, indicaron fuentes de la central.
El punto sobre el que podía haber acuerdo era un nuevo desembolso de fondos adeudados por las obra sociales (se hablaba de 6.000 millones de pesos) y el otro “medio punto” al que se aludía era sobre el decreto que firmó Macri para habilitar que los gremios que cerraron un 15 por ciento de aumento salarial vuelvan a negociar para llegar al 20 por ciento, aunque la CGT reclamaba reapertura de paritarias “sin techo”.
El tercero
Después de varias idas y vueltas, finalmente la CGT convocó así al tercer paro general en la gestión de Macri, en medio de la interna entre “duros” y “dialoguistas” que atraviesa a la central.
La huelga era un pedido que venían planteando Hugo y Pablo Moyano, y otros gremialistas aliados del sector más opositor al macrismo, mientras que los más moderados (“gordos” e “independientes”) al menos lograron despegar la fecha del paro de la CGT de la que hará mañana Camioneros para tratar de no quedar corriendo detrás de la agenda que marca el ex jefe de la central y actual presidente de Independiente.
Por su parte Pablo Moyano, que confirmó el paro de su gremio de mañana junto a las dos CTA, salió a aclarar poco después del anuncio de la huelga de la CGT que Camioneros se plegará a la medida de fuerza “pese a las diferencias con algunos dirigentes” de la cúpula de la central.
“Paramos nosotros el 14 y paramos también el 25. Nosotros seguimos formando parte de la CGT pese a las diferencias que tenemos con algunos dirigentes de la conducción de la CGT”, señaló Pablo Moyano.