Así lo demostraron en sus distintas intervenciones públicas durante el día, donde definieron a la medida como “contundente” y destacaron que las imágenes de calles vacías a lo largo del país ilustraron el apoyo a sus reclamos. Además, aprovecharon el centro del escenario político para cuestionar con dureza al Gobierno y responder a las distintas críticas realizadas por sus funcionarios durante el día.
A su vez, los líderes de la CGT, Héctor Daer y Carlos Acuña, evitaron descartar un nuevo paro antes de las elecciones, y advirtieron que cualquier intento de sancionar a los gremios por la huelga encontraría como respuesta una denuncia ante la Organización Internacional del Trabajo.
“Le diría al Gobierno que no haga macanas. El derecho de huelga es legítimo. No hay que hartarse por las huelgas, sino por el aumento de la pobreza y la caída permanente del empleo”, indicó Daer en declaraciones periodísticas.
En la misma línea ya se había expresado Hugo Moyano, quien destacó que el paro fue “realmente efectivo” e indicó que “muestra una vez más la necesidad del trabajador de expresar el mal momento que estamos viviendo”.
El líder de los camioneros tampoco descartó realizar otro paro en el futuro. “No puedo definir si va a ser el último, el anteultimo. No sé cuantos paros más pueden venir. Espero que este paro contundente lo haga reflexionar al presidente Macri, porque no le veo un destino válido a los argentinos con estas políticas económicas”, opinó Moyano.
En este contexto, si la CGT (Daer y Acuña) y Moyano cumplen con sus amenazas, el nuevo paro contra Macri ocurría en plena campaña electoral. Y aunque aún no lo anunciaron oficialmente, Daer, Moyano y Acuña apoyarán la candidatura presidencial de Fernández y Fernández. Los tres son peronistas desde antaño y consideran que el ex jefe de Gabinete y la expresidente son la alternativa más viable para eyectar a Macri de la Casa Rosada.
La mirada oficialista
Por su parte, el Gobierno no rechazó la efectividad del paro, pero la atribuyó a la imposibilidad de utilizar el transporte público y salió a cuestionar su motivación desde las primeras horas de la mañana.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y su par de Producción y Trabajo, Dante Sica, estuvieron a la cabeza del cruce perodístico, mientras que la cartera de Hacienda liderada por Nicolás Dujovne presentó un documento en el que estimó una pérdida de más de $40,000 millones para la economía.
“Estamos hartos de los paros, es el quinto que sufre este gobierno. Igual, ya sabemos que cuando el partido gobernante no es el de los sindicalistas, hay que bancarse los paros”, lamentó Bullrich durante la mañana en diálogo con Luis Novaresio por radio La Red.
Los líderes sindicales no fueron ajenos a las declaraciones, y aprovecharon la conferencia de prensa para responder a los funcionarios.
“Escuché algo de la plata que perdía Argentina por hacer un paro. La verdad, que nos digan cuanto perdió con esta timba financiera y cuanto poder adquisitivo perdemos los trabajadores con la inflación”, disparó Acuña.
Sin embargo, en contraste con sus ministros, el presidente Mauricio Macri evitó referirse al paro durante el discurso que realizó en Campo de Mayo para recordar al Día del Ejército.
Más allá de las declaraciones cruzadas, el paro dejó las imágenes que los gremios habían salido a buscar. No funcionaron servicios de transporte público como los colectivos, trenes y subtes. Tampoco hubo aviones, con la excepción de algunos servicios Low cost o vuelos internacionales que aterrizaron durante la mañana.
Por la participación del gremio de Camioneros tampoco habrá recolección de residuos ni distribución de alimentos hasta mañana. Se suma a su vez la imposibilidad de cargar saldo a la tarjeta SUBE en kioscos, una medida implementada por los dueños de estos establecimientos que comenzó ayer.
Tanto las dependencias públicas como los bancos permanecieron cerrados, y los hospitales sólo proveen servicios de guardia y de emergencias.
A pesar de que gremios decidieron no realizar movilizaciones, con el objetivo de que las calles vacías visibilizaran su descontento, estas no dejaron de ser un escenario de protesta activa, ya que los movimientos de izquierda llevaron a cabo su propio plan para la jornada.
Los movimientos comenzaron el día con cortes en accesos a la Capital -aunque varios de ellos fueron evitados por Gendarmería, uno mediante una “Supervalla” emplazada en Puente Pueyrredon- y luego confluyeron en el Obelisco para realizar un acto central.
Con la excepción de los trabajadores judiciales, que continuarán con la medida de fuerza durante un día más, el país volverá a su intensa rutina política y social mañana. Pero hoy, los gremios consiguieron las imágenes que buscaron.
Y en un contexto donde la mayoría de sus referentes se mostró a favor de lograr la unidad del peronismo -especialmente si es liderada por el binomio Fernández-Fernández- la posibilidad de ofrecer una postal de este estilo que pueda ser capitalizada por la oposición se convierte en una herramienta de peso de cara a un proceso electoral que desde hace rato domina la conversación política.