En el semestre acumula un incremento del 16 por ciento y suma 29,5 por ciento en un año, según el Indec. Los números reflejan el impacto de la devaluación.
La inflación de junio fue de 3,7 por ciento, la más alta de los últimos dos años, y acumuló 16 por ciento en el primer semestre impulsado por el alza en alimentos, transporte y prepagas, informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) al difundir el Indice de Precios al Consumidor (IPC) del mes pasado. La aceleración inflacionaria, que ya estaba descontada por economistas y por el propio gobierno, toma una dimensión aún mayor si se tiene en cuenta el dato de la inflación núcleo _que mide los precios de productos y servicios sin componentes estacionales, que alcanzó el mes pasado el 4,1 por ciento.
Según los datos que ayer difundió el Indec, en los últimos doce meses, el alza de precios minoristas alcanzó el 29,5 por ciento, según las cifras oficiales.
Por otra parte, el efecto de la corrida cambiaria quedó plasmado en los precios mayoristas, que en junio escalaron al 6,5 por ciento, superando el 30 por ciento en el acumulado de 2018.
Además, el impacto de la suba de precios se sintió con especial intensidad sobre los hogares debido a que los incrementos más importantes se registraron en el rubro alimentos y bebidas, donde hubo alzas que llegaron a tocar hasta el 54,4 por ciento mensual, como fue el caso del tomate.
También los precios de los alimentos aumentaron 17,3 por ciento en el primer semestre y 27,5 por ciento desde junio del 2017 y los mayores incrementos se dieron en la lechuga del 67,1 por ciento, la harina con 90 por ciento y los huevos con 53 por ciento, entre enero y junio de este año (ver aparte).
Con estos datos de junio, la inflación anual superó el 29 por ciento y, de este modo, el staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) está habilitado a discutir la respuesta de política con el gobierno, aseguró ayer la consultora Ecolatina.
Góndolas agitadas
En el indicador de junio impactaron fuerte el alza en el rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas del 5,2 por ciento, que llega al 17,3 por ciento en los primeros seis meses del año. También crecieron fuerte el rubro Transporte (con una fuerte alza del 5,9 por ciento por el aumento en el boleto mínimo), el de salud del 4,3 por ciento por los incrementos en las cuotas de prepagas, y el de equipamiento y mantenimiento del hogar con un 4 por ciento.
El impacto de la devaluación llevó al índice de junio a ser el más alto de los dos últimos años, considerando que en mayo del 2016 se había ubicado en el 4,2 por ciento.
El resto de los sectores se ubicó por debajo del nivel general con aumentos del 3,4 por ciento en recreación y cultura; 3,2 por ciento en otros bienes y servicios y 2,7 por ciento en vivienda, agua,electricidad, gas y otros combustible y restaurantes y hoteles.
Las alzas menores fueron para prendas de vestir y calzado, con una alza del 1,9 por ciento; educación con 1,2 por ciento; bebidas alcohólicas y tabaco 0,9 por ciento; y comunicación, 0,4 por ciento.
Por regiones
En el Gran Buenos Aires, la inflación rozó el 4 por ciento y se ubicó en 3,9 por ciento, siendo la variación más alta en todo el país. Le siguieron el alza de precios minoristas en la región Pampeana, con 3,7 por ciento; Cuyo, 3,6 por ciento; Noroeste, 3,4 por ciento; la Patagonia, 3,3 por ciento; mientras que el indicador más bajo fue para el Noreste, con 3,1 por ciento.
En los primeros seis meses del año la inflación acumulada más alta corresponde a la Patagonia, con 16,8 por ciento; y le siguieron la región Noroeste, 16,6 por ciento; el Gran Buenos Aires y la Región Cuyo, con un alza del 16 por ciento, mientras que en la Pampeana el indicador llegó al 15,9 por ciento y al 15,7 por ciento en el Noreste.
En la medición interanual, la región Pampeana alcanza un 30 por ciento de aumento acumulado en precios minoristas, y es seguida por el Gran Buenos Aires y Cuyo con 29,5 por ciento, la Patagonia con 29,1 por ciento.
La denominada inflación núcleo, que es la que tiene en cuenta el Banco Central para fijar las tasas de política monetaria se ubicó en el 4,1 por ciento, casi duplicándose respecto del 2,7 por ciento de mayo pasado.
En los últimos doce meses los precios regulados (que incluye las tarifas de servicios púbicos” son las que más impactan en el indicador con un aumento interanual del 41,2 por ciento, seguido de los precios estacionales con un 22,2 por ciento y los desestacionalizados con un alza del 26,9 por ciento.
Mayoristas
Los datos del Indec muestran que los precios mayoristas crecieron 6,5 por ciento en junio y acumulan 30,3 por ciento en los primeros seis meses del año.
El Indice de Precios Internos al por Mayor (Ipim) registra un aumento del 44,1 por ciento en los últimos doce meses.
De acuerdo con el indicador del Sistema de Indices de Precios Mayoristas, el aumento de junio fue consecuencia de un incremento del 6,2 por ciento en productos nacionales y 10,9 por ciento en importados.
Los precios mayoristas en junio muestran una fuerte aceleración que impactará en el indicador de los minoristas de julio próximo.
El aumento de junio fue el segundo más alto del año, después del 7,5 por ciento de mayo y supera ampliamente al 1,8 por ciento de abril y el 1,9 por ciento de marzo.