LA CAPITAL
Reconstrucción y rediseño estratégico. Esas parecen ser las premisas que motivaron las reuniones que el gobernador Miguel Lifschitz mantuvo el miércoles y el jueves pasados con 29 intendentes (en actividad y electos) y 181 presidentes comunales del Frente Progresista (FPCyS), coalición todavía conmovida por el revés en las urnas de junio, que redundó en la recuperación —después de doce años— de la Casa Gris por parte del peronismo.
Teniendo en cuenta que el mapa político reflejará a fin de año al 75 por ciento de los santafesinos residiendo en ciudades o localidades con gobiernos frentistas, Lifschitz convocó a intendentes y presidentes comunales de ese sello para auscultar los días por venir. Lo propio había ocurrido, cena de por medio y apenas una semana después de los comicios, con los 28 futuros legisladores que acompañarán al socialista en la Cámara de Diputados provincial desde diciembre próximo.
“Dieron el presente todos los convocados. La idea es establecer criterios de trabajo a futuro y constituir un espacio de discusión que sea referencia en materia de gestión y política”, deslizó a La Capital un habitual transeúnte de los pasillos de la Casa de Gobierno acerca de sendas reuniones realizadas en un hotel de la ciudad de Santa Fe.
En sintonía con la cena que congregó a los diputados electos, la movida junto a los intendentes y jefes comunales apuntó a revitalizar al Frente Progresista tras el reciente golpe electoral, que deparó puertas adentro, sobre todo en el socialismo, una áspera catarsis.
De hecho, el respaldo homogéneo del Partido Socialista (PS) a la fórmula presidencial Roberto Lavagna-Juan Manuel Urtubey (Consenso Federal 2030), como también el armado de la correspondiente lista de precandidatos a diputado nacional por Santa Fe, fueron imán de las dudas en los últimos días.
No obstante, Lifschitz continúa ejerciendo el rol de férreo impulsor de la construcción política que pretende depositar al economista y al gobernador salteño en la Casa Rosada. La campaña que despunta certificará si el acompañamiento socialista será total o parcial.
A su vez, Lifschitz procurará ejercer a partir de diciembre un fuerte liderazgo desde la Cámara baja (fue el más votado en la categoría y aseguró la mayoría automática), que posiblemente después intente proyectar hacia el socialismo, con impronta opositora. Un tarea que también requerirá del acompañamiento territorial que garantizan las intendencias y comunas bajo la sigla FPCyS.
“Las reuniones permitieron tomar conciencia rápidamente de lo que significa contar con una mayoría consolidada en Diputados que, junto al bloque en el Senado, nos otorgan una superioridad en la Asamblea Legislativa. También de lo que implica ser la construcción territorial más importante en la provincia, plantándonos como fuerza clave de la oposición”, aseguró, en voz baja, uno de los asistentes.
Por eso, el llamamiento del mandatario provincial y los ministros de Gobierno, Pablo Farías, y de Economía, Gonzalo Saglione, incluyó a Pablo Javkin y Emilio Jatón, intendentes electos de Rosario y Santa Fe, respectivamente. Otros dos bastiones desde los cuales el socialismo y sus aliados intentarán escribir una nueva historia.
Asimismo, los intendentes y presidentes de comuna no ocultaron su incertidumbre respecto del vínculo que mantendrán con la futura administración de Omar Perotti. Y, en ese sentido, Lifschitz garantizó un espacio a través del cual enfrentar hipotéticos incumplimientos.