DIARIO UNO
El gobernador invitó a una cena a los legisladores electos de su lista. La próxima agenda legislativa y el futuro del Frente Progresista se empieza a discutir
El gobernador y diputado provincial electo, Miguel Lifschitz, no pierde tiempo. A menos de una semana de las elecciones donde la lista que encabezaba se quedó con la mayoría de 28 diputados prevista por la Constitución, ya se puso en marcha para diagramar el futuro del Frente Progresista.
Sin grandes rivales internos en el Partido Socialista, luego de la derrota de Antonio Bonfatti en la carrera a la gobernación, la primera movida del mandatario santafesino fue convocar a sus 27 futuros compañeros de bancada –entre los que hay varios miembros de su gabinete– a una cena para este lunes.
El encuentro será en un bar de bulevar Gálvez al 2300, entre Rivadavia y San Luis. La mayoría de los invitados consultados por UNO dijo que “se trata de una cena de camaradería” y que desconocen los detalles de la convocatoria, aunque muchos se lo imaginan. Después de 12 años de gobierno, a partir del 10 de diciembre el Frente Progresista Cívico y Social pasará a ser oposición.
Cualquier derrota implica reacomodar fichas y todo parece indicar que Lifschitz es el ajedrecista que quiere recomponer el tablero del FPCyS. Así quedó posicionado luego de los resultados de las elecciones generales donde el único logro del Frente a nivel provincial lo tuvo como protagonista: la mayoría en la Cámara de Diputados.
Los otros dos grandes logros del Frente fueron retener la Municipalidad de Rosario y ganar en la ciudad de Santa Fe. Esas son conquistas muy importantes, pero no dejan de ser locales y con urgencias de gestión que tendrán ocupados a Pablo Javkin y a Emilio Jatón respectivamente al menos por un buen tiempo. Mientras tanto, Lifschitz ya empieza a jugar y a mover sus fichas.
En la cena de este lunes seguramente habrá un rápido repaso y análisis de las elecciones del domingo pasado, pero luego será tiempo de empezar a diagramar el esquema de la Cámara de Diputados para los próximos cuatro años. Por un lado, se abrirá el diálogo respecto a las comisiones que integrarán los legisladores electos. Por otro, habrá una agenda de temas y la estrategia a desarrollar para llevarla adelante.
Uno de los interrogantes es si en ese listado habrá lugar para la reforma de la Constitución. Ese fue el gran desafío político que el gobernador se planteó durante su gestión y le quedó en el tintero. Parece complicado que lo pueda lograr con mayoría en una sola Cámara y, sobre todo, desde una fuerza que perdió la gobernación. A la agenda y la iniciativa política, por lo general, la marca el Ejecutivo y el nuevo gobernador, Omar Perotti, ya la debe tener definida, al menos en los trazos gruesos. Pero Lifschitz demostró ser obstinado y nada le impide seguir intentándolo.
La reunión también le servirá al gobernador para tener un primer encuentro con los nueve diputados electos del grupo del Nuevo Espacio Organizado (NEO) de la UCR. Es el sector más numeroso de los radicales que creen en el futuro del Frente Progresista Cívico y Social.
Por estas horas, el grupo NEO también está pidiendo pista para tener un encuentro con Lifschitz y no quieren que pase de esta semana. Varios de sus referentes ven en el actual gobernador al único interlocutor con quien hablar sobre el futuro del Frente Progresista. En ese encuentro también se hablará de cómo se contendrá a los dirigentes del radicalismo frentista que no están en el NEO, como algunos dirigentes que estaban en el MAR, un espacio que se fue desmembrando en los últimos meses.
Solo pasaron siete días de la derrota provincial y Lifschitz entendió que no hay tiempo que perder y que el protagonismo dentro del Frente quedó en sus manos.