UNO SANTA FE
El gobernador de la provincia, Miguel Lifschitz, hizo referencia este lunes a la escalada de violencia que atraviesa a la ciudad capital. “Asumimos siempre la responsabilidad de conducir la seguridad con logros, avances, y también con las dificultades y problemas que todos los días se producen en un tema muy complejo”, afirmó.
Fue la primeva vez que el mandatario provincial enfrenta los micrófonos luego de la marcha multitudinaria de la semana pasada, que comenzó frente al local comercial de Julio Cabal (h) asesinado a balazos en un intento de robo y que terminó en plaza 25 de Mayo, frente a Casa de Gobierno.
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Reconoció que lo que sucede en la ciudad capital no se corresponde con el escenario provincial donde -según dijo- hay “cifras relativamente positivas respecto del año pasado”. Por ello, Lifschitz señaló que la situación “amerita una mayor presencia”.
Dijo que la decisión de intervenir la UR I “es más que un cambio de policía” y agregó: “Implica una reorganización, darle al Jefe de Policía provincial la posibilidad de hacer cambios más profundos. Con la idea de que tenemos que lograr mejores resultados, mejorar la prevención. No solamente la presencia, sino también las tareas de inteligencia, investigativas, que nos permitan reducir al mínimo posible los niveles de inseguridad que se vienen dando”.
Consultado sobre si estuvo en duda la continuidad en el cargo del ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, Lifschitz apuntó: “Nosotros trabajamos como un equipo. Hay un equipo de seguridad, más allá del ministro. Trabajamos en el gabinete, con el ministro de justicia. Los logros y resultados son los logros y resultados, para bien y para mal, del gobierno”
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“¿Se perdió la calle?”, le preguntó un periodista al gobernador. El mandatario respondió: “No, de ninguna manera. La presencia no se modifica sustancialmente. Eso lo podemos controlar, lo controlo yo o el ministro directamente desde su celular. Sabemos la cantidad de móviles en cada minuto y momento que hay en cada una de las ciudades. La presencia y el esfuerzo de la policía está, más allá de que pueda haber errores, deficiencias y cosas que hay que hacerlas mejor. Pero de ninguna manera hay falta de voluntad, de decisión”.
En relación a la recompensa anunciada por el gobierno para quien brinde datos que ayuden a dar con el homicida de Julio Cabal, Lifschitz aclaró que quien lo solicita es el Fiscal General Jorge Baclini, a través del Ministerio Público de la Acusación y que desde el gobierno “no hay ningún tipo de diferencias”.
En esa línea, describió: “Siempre tenemos la mejor predisposición desde el gobierno, del Ministerio de Justicia, para ofrecer recompensas cuando se trata de establecer delitos graves. Pero esto lo hacemos a pedido del Fiscal General, del Ministerio Público de la Acusación. Así ocurrió en el caso del joven Cabal, lo hicimos de inmediato. Si hubiera un mismo pedido en cualquier otro caso, lo haríamos. No hay ningún tipo de diferencias, salvo la evaluación que en cada caso hace el Ministerio Público de la Acusación sobre la necesidad o la conveniencia de ofrecer una recompensa”.
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Aclaró que “en el caso del esclarecimiento en el homicidio de Cabal no fue necesario recurrir a datos que provinieran de gente interesada en la recompensa, sino que fue información que obtuvo la propia Policía de Investigaciones”.
Para el gobernador, este tipo de hechos afectan a los familiares directos en primer lugar pero también a la “sociedad en su conjunto”. Y añadió: “Obviamente que cuando se producen víctimas fatales no tiene reparación, ni puede ser corregido. No hay forma de compensar, ni consolar a las víctimas o a las familiares de las víctimas, ni a quienes han sufrido de manera directa estas situaciones de violencia que son siempre muy traumáticas y duras”.