El accidente que tuvo como único protagonista a un camión se produjo en las primeras horas de este sábado, cuando el camionero no vio las señales de desvío en las obras que se llevan adelante en la Ruta 34 a la altura de Susana, siguió de largo y terminó impactando de lleno contra la alcantarilla.
Poco después del mediodía personal de la empresa contratista de la obra de la RN 34 se encontraba trabajando a la altura del km. 205, colocando equipos de iluminación artificial provistos con generadores, para señalizar la zona donde en la madrugada de este sábado un camión protagonizó un siniestro vial de características singulares.
Sucede que en esa zona la contratista cortó la ruta con el objeto de construir una alcantarilla. Allí literalmente hay una zanja excavada en lo que era la traza histórica de la ruta: es un corte de entre 3 y 4 metros de ancho aproximadamente, y algunos metros de profundidad, por lo cual se improvisó un “by pass” que desvía el tránsito hacia la segunda calzada, habilitada parcialmente en este sector precisamente para permitir el paso de los vehículos sin interrupciones.
Sin embargo, la señalización escasa – 300 metros antes del corte hay algunos carteles y se colocaron conos en la división de carriles, mientras que a unos 100 metros hay una flecha lumínica indicadora del desvío- y la lluvia, que disminuyó la visibilidad, le jugó una mala pasada al conductor de un camión Renault de la empresa de logística SCM Solutions (Supply Chain Management), con una carga de 30 mil kilos de azúcar procedentes del noroeste argentino y con destino a Buenos Aires.
El camionero contó a CASTELLANOS, de manera informal, que no advirtió la señal de los 300 metros por la lluvia y la escasa visibilidad, y que para cuando se dio cuenta del desvío, era tarde. Además, no se veían ni montículos de tierra ni alguna maquinaria ni nada sobre la calzada cortada. Para cuando advirtió que literalmente faltaba un trozo de ruta y que había una gran zanja en su lugar, sólo le quedó encomendarse a Dios. Y Dios le dio una mano, porque por la inercia de la velocidad y el peso que traía el camión, casi logró cruzar el obstáculo, sin que la cabina se estrellara de frente contra una de las paredes de la zanja. Aunque la cabina volcó y quedó completamente inutilizada, alcanzó a desplazarse sin quedar “clavada” en la excavación y la estructura del chasis del camión pasó por encima de la zanja. Así, el camionero, que iba con el cinturón de seguridad puesto, logró sobrevivir sin ninguna lesión.
Todavía sorprendido por la forma en que salvó su vida, el hombre narró que “una camioneta Toyota que venía atrás se guió por mis luces y frenó porque vio que el camión estaba parado en el medio de la ruta con las luces prendidas. Cuando vio de la que se salvó, al conductor le temblaban las piernas”, contó.
Lo cierto es que no sólo la señalización es deficiente, sino que el “by pass” que se improvisó, con la lluvia, quedó en condiciones prácticamente intransitables, a tal punto que los autos bajos tienen que frenar casi a cero para poner hacer la maniobra de paso a la otra calzada. Se impone algún trabajo urgente que corrija esta situación, aunque debe mencionarse que varias camionetas y personal de la empresa contratista estaban trabajando en la tarde de hoy en la zona, a efectos de evitar nuevos accidentes.
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