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LA CAPITAL
El presidente escuchó en cambio planteos del sector agroexportador de soja que alertó sobre la capacidad ociosa y la política tributaria.
El presidente Mauricio Macri anunció ayer desde Timbúes, a 50 kilómetros de Rosario, el lanzamiento de 100.000 millones de pesos en créditos para las pymes a tasas “de entre el 25 y el 29 por ciento en bancos estatales y privados”, para que centenares de pequeñas y medianas empresas puedan enfrentar la crisis.
“Con el ministro de Trabajo y Producción, Dante Sica, dispusimos este financiamiento que estará disponible en 27 bancos, estatales y privados”, dijo el presidente. “Es posible por la política de estabilidad cambiara que sigue el Banco Central”, destacó desde un atril montado sobre la ribera del Paraná dentro del éjido de la planta agroindustrial Renova.
El jefe del Estado recordó que el año pasado el país enfrentó problemas como “la sequía, la desaparición del crédito para los mercados emergentes y la causa (judicial) de los cuadernos”, que generaron “una inestabilidad financiera que afectó a las pymes”.
Macri bajó en helicóptero en Renova cerca de las 10.30 y encabezó durante casi dos horas, acompañado de los ministros Sica y Guillermo Dietrich (Transporte), la primera reunión formal de la Mesa Nacional de la Soja. Luego habló en el acto al aire libre.
En la cabecera de una extensa mesa dispuesta en forma de U, el presidente escuchó el planteo directo de los industriales aceiteros sobre el “diferencial arancelario” que hace que todo el sector —que le agrega valor a la oleaginosa transformándola en harina o aceite— pague el mismo porcentaje de impuesto a la exportación que el poroto que se exporta. Una disposición ilógica, para el mundo de los negocios, y más en un gobierno del signo “Cambiemos” que, suponen los ejecutivos, sabe más de los mismos que el resto del espectro político tan proclive al “populismo”.
Según se advirtió en la reunión, si no hay medidas correctivas, el cordón portuario que se erigió a lo largo de la ribera Alvear-Rosario-San Lorenzo-Timbúes puede terminar pagando la “asimetría” —como se la definió elegantemente— con plantas de procesamiento semiparadas y pérdidas de centenares de puestos de trabajo a partir de marzo.
El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, arribó temprano a la cita y por ese motivo presenció la reunión entera donde se analizó la cuestión industrial sojera. A la salida habló con el periodismo y consideró “muy probable” que el país ostente este año “un crecimiento de las exportaciones del poroto de soja y por lo tanto una reprimarización de las exportaciones”.
Al margen de dicho problema, el gobernador destacó la reunión encabezada por el presidente ya que “la cadena de la soja es una de las actividades económicas más importantes de Santa Fe y del país, una cadena muy compleja y con muchos eslabones como lo son los productores, los transportistas, los acopiadores, semilleros, los que la industrializan, los exportadores”.
Sentar bases
El presidente de la Nación se mostró en el atril de mejor humor que en el inicio del encuentro con los empresarios cuando se permitió, durante cinco minutos, el ingreso de fotógrafos y camarógrafos.
Parte de la dirigencia santafesina de Cambiemos llegó para el acto, entre los que sobresalieron los precandidatos a gobernador y vice, José Corral y Anita Martínez, y a intendente de Rosario, Roy López Molina (ver página 10). Entre los restantes se divisó a los diputados nacionales Gisella Scaglia y Lucas Incicco; a los legisladores provinciales Sergio Mas Varela y Germán Mastrocola, al concejal Gabriel Chumpitaz y al secretario del Concejo, Gonzalo Mansilla de Souza.
“Lo que estamos haciendo es entender nuestros problemas y sentar las bases para poder resolverlos. Por eso estamos mejor parados de cara al futuro que en 2015”, expresó Macri.
El presidente se refirió además a la visita oficial que recientemente llevó adelante por la India y Vietnam, y ponderó “el entusiasmo” que tienen en esos países por vincularse con la Argentina. “Fuimos en ese viaje por India y Vietnam a vender el trabajo y la tecnología de los argentinos. Las pymes van a crecer si exportan y generan cada vez más trabajo, no nos podemos conformar con un mercado de 40 millones de consumidores. Tenemos que seguir dialogando y trabajando porque resolver los problemas no es imposible. Las cosas que cuestan valen”, subrayó.
