INFOBAE
La confirmación de esta mañana de Sergio Massa, que oficializó su decisión de encabezar la boleta de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires del Frente de Todos,terminó de despejar las dos principales incógnitas que aún quedaban a nivel nacional, a cuatro días del cierre de listas.
La primera es la declinación por parte del líder del Frente Renovador de sus aspiraciones presidenciales, que allana el camino a Alberto Fernández como único precandidato presidencial del kirchnerismo, en compañía de Cristina Kirchner.
La segunda es, sin embargo, la más relevante por su impacto económico: el anuncio de Massa confirma que ninguna fuerza política dirimirá su suerte en las primarias del 11 de agosto, cuyo desarrollo le costará al Estado, según fuentes oficiales, $2.800 millones.
Ni Mauricio Macri, ni el ex jefe de Gabinete K ni el ex ministro Roberto Lavagna, por ahora los tres principales candidatos en las elecciones de este año, tendrán oponentes internos en las elecciones de agosto.
Hasta esta mañana, antes del anuncio en el seminario organizado por el diario Clarín, en el MALBA , aún había especulaciones en torno a la eventual candidatura presidencial del ex intendente de Tigre, que al final optó por encabezar la boleta de diputados de la provincia de Buenos Aires, tal cómo había adelantado Infobae la semana pasada. “Tengo la convicción de gobernar la Argentina, pero es un tiempo donde cada uno de nosotros tiene que tener una dosis de humildad en cuanto a la capacidad de pelear desde el lugar que le toque. Siento que nuestra responsabilidad es construir una mayoría opositora”, dijo Massa.
De esta manera, el Frente de Todos postulará solo a Alberto Fernández, la prenda de unidad, como buscaban los operadores K desde hace varias semanas.
En el caso de Alternativa Federal era, hasta hace menos de un mes, el único espacio que mostraba competencia interna de cara a las PASO. La desintegración de sus fundadores y miembros hizo que solo presentara a Roberto Lavagna como único candidato, bajo el nombre Frente Consenso Federal, secundado por Juan Manuel Urtubey en la fórmula, otro de los presidenciables que resignó sus ambiciones para acompañar al ex ministro junto al socialismo.
Miguel Ángel Pichetto, uno de los creadores del PJ Federal, aceptó el martes pasado ir de candidato a vicepresidente de Macri, una de las sorpresas de estas semanas.
El oficialismo, ahora Juntos por el Cambios, tampoco tendrá internas el 11 de agosto. La UCR, y en particular Martín Lousteau, habían pedido en los últimos meses al Presidente que habilitara las primarias a sus socios políticos. Desde el Gobierno contestaron en insistentes oportunidades que a un mandatario “no se lo somete a internas”. ¿El resultado? Macri tampoco tendrá primarias.
Lo mismo pasa con los otros cuatro frentes que aspiran a pasar el corte de las PASO, del 1,5%, que también llevan un solo candidato: el Frente de Izquierda y de los Trabajadores -que lleva a Nicolás del Caño-, el Frente Despertar -que postula a José Luis Espert-, el Frente NOS -el candidato es Juan José Gómez Centurión- y el Frente Patriota -de Alejandro Biondini-.
En las PASO del 2015, hubo dos elecciones competitivas: la de Cambiemos, en la que se dirimieron Macri, Ernsto Sanz y Elisa Carrió, y terminó con la postulación del actual Presidente, y la del frente UNA, entre Massa y el fallecido José Manuel de la Sota, que desembocó en la candidatura del líder del Frente Renovador.
Sin internas reales, los $2.800 millones de gasto se vuelven obsoletos.