DIARIO CASTELLANOS
Sería uno de los puntos de la renegociación de contratos que hubo con el concesionario del corredor vial. En el tránsito medio diario que se mide al Norte de Rafaela y el que pasa por las cabinas de San Vicente hay una diferencia de más de 3 mil vehículos.
Carreteras Centrales Argentinas está analizando la posibilidad de eliminar la estación de peaje ubicada en el Km. 160 de la RN 34, al sur de San Vicente, para ubicarla en algún sector aún no definido entre Angélica y Rafaela, al Norte del cruce con la Autovía 19. La razón es clara: en la actualidad, una gran cantidad de camiones y vehículos de todo tipo utilizan la 34 hasta el cruce con la Autovía 19, y de allí toman ésta para ir hasta el cruce con la RP 10. Pasando por Santa Clara de Buena Vista y Gálvez y bajando a la autopista Santa Fe-Rosario a la altura de Arocena, hasta los puertos del Gran Rosario sólo queda el peaje San Lorenzo. Y las condiciones de transitabilidad son mucho mejores que en la colapsada 34. Lo mismo si los camiones siguen hacia el Sur, donde se puede optar por tomar la Autovía 19 e ir por la RP 13, donde incluso no hay peajes hasta llegar a la parte más baja de la bota santafesina.
Cuestión de dinero
Las estadísticas no mienten y justifican la pretensión de la concesionaria, si es que se observa el impacto económico que implican estas maniobras. Los últimos datos certeros de Vialidad Nacional sobre el Tránsito Medio Diario Anual en la RN 34 corresponden al mes de diciembre de 2016, pero fueron publicados recién en enero de 2018. Indican que en el tramo comprendido entre el Acceso a Cañada Rosquín y el Acceso a San Vicente, es decir, entre los kilómetros 129 y 169 de la RN 34, hay un TMDA de 3.750 vehículos. Si sólo se tomara la tarifa más baja, de 80 pesos, eso equivale a una recaudación diaria de 300 mil pesos. Va de suyo que la recaudación es mucho mayor, porque las categorías van aumentando de precio: 120 pesos la 2, 180 la 3; 250 la 4 y 310 la 5. Cualquier cálculo conservador hace subir la suma a más de medio millón de pesos diarios de recaudación.
Pero si se mide el TMDA en el tramo entre Autovía 19 (km. 188 de la RN 34) y entrada sur de Rafaela (km. 218), la densidad de tránsito casi se duplica: 6.629 vehículos, de los cuales una gran parte son camiones. Si se tomara sólo la tarifa más baja, la correspondiente a los autos, la recaudación en el tramo entre Angélica y Rafaela sería superior a los 530 mil pesos. Haciendo la misma proyección anterior, y considerando el volumen de camiones que está incluido en ese TMDA, la recaudación del concesionario treparía, a valores actuales, bastante por encima del millón de pesos.
A modo de especulación, baste mencionar que una estimación del INTI sobre estas estadísticas, proyectada a 2019, refleja que unos 2 mil camiones pasan por Rafaela diariamente. Si estos estuvieran incluidos todos en la categoría 4, pagando 250 pesos, sólo por el tránsito de esos camiones se recaudarían medio millón de pesos diarios. Todo en efectivo, contante y sonante.
Así las cosas, la idea de la concesionaria sería trasladar las cabinas. Sobre el tema no hay ninguna confirmación oficial. Al contrario: los representantes rafaelinos que participaron de la reunión llevada a cabo hace algunos días en Vialidad Nacional con autoridades del organismo vial recibieron una copia del proyecto ejecutivo de la conversión de autopista para el tramo Autovía 19-Salida Norte de Rafaela y en ningún lado aparece ningún proyecto para instalar cabinas. Sin embargo, en San Vicente –donde viven varios de los trabajadores que se desempeñan en la estación de peaje del Km. 160- ya se vienen escuchando rumores y versiones de distinto tipo.
A esperar
Naturalmente, el proyecto quedaría para después de habilitada la nueva autopista, algo que podría ocurrir recién a fines de 2022. Sería un despropósito proponer un corrimiento de la cabina de peaje ahora, cuando en la región impera un sentimiento de bronca acumulada por las demoras en la ejecución de la obra, el estado de abandono que presenta la traza en uso de la RN 34 y el colapso de tránsito, con su secuela de accidentes trágicos que engrosan las estadísticas que convierten a la ruta en una de las más peligrosas del país.
Por otra parte, CCA tendrá un argumento más importante cuando esté habilitada la autopista, dado que la jerarquía de la vía obligará también a realizar un mantenimiento mayor, aunque hasta ahora el Estado ha faltado a sus deberes de hacer cumplir los requisitos mínimos como para que el servicio que se ofrece a los viajeros en la ruta justifique el pago de las cifras que se abonan por peajes.