La asunción de Barrionuevo alertó al peronismo santafesino y puso en un segundo plano una definición sobre el proyecto de Lifschitz.
Luis Barrionuevo, el interventor judicial del Partido Justicialista nacional, tiene el objetivo de limpiar de kirchneristas y socios pensando en las listas para las elecciones de 2019, cuyo cronograma ya comenzará a regir en febrero, y eso está ahí a la vuelta de la esquina. Por eso no es ilógica la versión de que intervendría al PJ bonaerense, ni nuestro temor a que luego siga con Santa Fe”.
La revelación, comprensiblemente, fue en off, pero no la sospecha de que les llegaría en cualquier momento un interventor ni que ven la mano del gobierno de su archienemigo, Mauricio Macri, detrás del dictamen de la jueza María Romilda Servini. “Estamos intranquilos”, admitió abiertamente el jefe del peronismo provincial, Ricardo Olivera.
Fue por ello que la mesa de conducción provincial del PJ, que preside, no debatió ayer en torno al proyecto de reforma de la Constitución santafesina y, por ende, tampoco le puso fecha al congreso partidario que deberá decidir si los legisladores peronistas de la provincia respaldan, cómo y cuánto, o rechazan, la ley de necesidad de reforma.
“Ni lo tratamos”, reveló Olivera en torno al proyecto que desvela al gobernador Miguel Lifschitz y para quien ayer esta postergación de definición en el PJ debe haber sido una pésima noticia.
El PJ tiene la llave para que el socialismo alcance los dos tercios que necesita y que no los posee con sus propios legisladores ni sus socios para lograr que se apruebe la necesidad de la reforma constitucional. Y, dicho por el propio mandatario, que se apruebe durante mayo, si no ya no habrá tiempo para afrontar el proceso.
“Si tan urgido está el gobernador por su proyecto de reforma, que resuelva antes los problemas con los radicales, que mandaron a hacer un proyecto nuevo. No es problema nuestro. El tiene que aceitar las cosas con todos. Estas cosas se resuelven con consenso”, cerró el tema Olivera.
Tomar nota
“El gobernador debería ir tomando nota de que los tiempos del PJ para cualquier decisión los toma el PJ. Sus urgencias son suyas, no nuestras. Nos hemos comprometido a llamar a un congreso y esa sigue siendo la idea en tanto no pase esto que hoy tememos (por la intervención federal)”, opinó el diputado Leandro Busatto al salir ayer de la reunión en la sede de la calle Crespo de la ciudad de Santa Fe.
Tampoco Olivera otorgó prioridad al tema. “En este contexto es muy difícil ponernos a analizar un proyecto de reforma. Además si nos intervinieran la lista de convencionales la armaría el interventor”.
La suerte de la institucionalidad partidaria puso en “alerta” a la conducción peronista y la distrajo lo suficiente como para pensar en la suerte de la reforma. “Para intervenir una provincia, Barrionuevo no necesita una orden judicial. Alcanza con que, como interventor federal, lo ordene él mismo. Capital, Buenos Aires y Santa Fe son los tres distritos con mayor cantidad de legisladores que se renovarán el año que viene y las listas la armará el interventor nacional, probablemente a través de sus interventores locales”, puso blanco sobre negro el diputado kirchnerista.
El desplazado (por la jueza Servini) presidente nacional del peronismo, José Luis Gioja, está convocando a un congreso de delegados de todo el país para organizar la resistencia a la intervención de Barrionuevo.
“Nosotros decidimos ir. Eso lo resolvimos ayer. Es una especie de congreso clandestino porque todos los congresales nacionales han cesado en tal función al hacerse efectiva la intervención judicial. Y Gioja tampoco es presidente y por ende no puede llamar formalmente a un congreso. Pero nada nos impedirá reunirnos para ver qué hacemos” contó Olivera.
Estado de situación
“La idea es crear un estado de movilización y alerta permanente tanto entre nuestros dirigentes como en nuestros compañeros porque valoramos la intervención de la Justicia electoral nacional no sólo como una afrenta al partido sino a toda la democracia. Además de acompañar las estrategias judiciales que se lleven a la práctica, nuestra estrategia política será la de enfatizar que nuestro partido (en la provincia) tiene todas sus cuestiones económicas y jurídicas resueltas. No hay ningún tipo de motivo para que dispongan una intervención al peronismo santafesino y vamos a comunicar esto a cada una de las departamentales para que las bajen a cada afiliado y simpatizante”, adelantó Busatto.
Los peronistas santafesinos conversarán con sus pares bonaerenses el martes. Allá tienen previsto reunirse ante la supuestamente inminente intervención que ordenaría Barrionuevo.
Sobre las razones que justificaron el desplazamiento de Gioja o eventualmente pueda originar el suyo, Olivera consideró como probable “la política de unidad. Gioja hablaba y promovía el diálogo con todos los sectores y en Santa Fe fuimos todos juntos a las elecciones”.