Quién es Herme “Vino Caliente” Juárez, dueño del puerto de Rosario y uno de los sindicalistas apuntados por el Gobierno

INFOBAE

El pasado 20 de junio, el presidente Mauricio Macri fue a Rosario para encabezar un acto por el Día de la Bandera. Rodeado de alumnos, el discurso del jefe de Estado sorprendió, por el tono y por el contexto. Criticó a Hugo y Pablo Moyano y volvió a apuntar contra la mafia sindical, un grupo de sindicalistas que, analizan en Casa Rosada, ponen palos en la rueda e impiden el desarrollo productivo del país.

Uno de estos gremialistas, Oscar Orlando Herme “Vino Caliente” Juárez, secretario general del Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA), quedó detenido durante la mañana de hoy luego de decenas de allanamientos simultáneos en San Lorenzo, provincia de Santa Fe, y en Puerto San Martín, a 20 kilómetros de Rosario.

Enemigo íntimo del ex titular del SOMU Omar “Caballo” Suárez, Juárez está acusado de lavado de dinero y extorsión, y en la casa de su hermano menor, Iván Daniel Juárez, de 63 años, 15 más joven que Herme, se incautó un impresionante botín conformado por dólares, euros, pesos argentinos, pesos uruguayos, reales, joyas y hasta fichas de casinos.

“Un tipo picante“, reconoció un ex funcionario nacional que trabajó en la intervención del SOMU ante la consulta de Infobae con relación a “Vino Caliente”, apodo que adoptó por su primer trabajo conocido: el reparto de vino a domicilio que montó en Victoria, Entre Ríos, algo que hacía a pleno rayo de sol, por lo que que el vino estaba siempre tibio.

El dirigente sindical, de 78 años, controla desde hace 43 años el puerto de Rosario. Nació en la mencionada Victoria, pero desde muy joven se trasladó a Puerto San Martín donde formó parte, en 1961, de la creación de la cooperativa de estibaje “Puerto General San Martín”, que conduce desde  1969 y que presta servicios de carga y estiba de la mercadería a bordo de los buques atracados en el puerto.

En paralelo, “Vino Caliente” Juárez conduce la filial Puerto San Martín del SUPA. Con esta duplicidad de tareas creció en poder e influencia. Según advirtieron dirigentes del sector ante la consulta de este medio, “la cooperativa de estibaje San Martín es la única que provee mano de obra a los miles de buques que anualmente recalan en el polo de exportación de graneles mas importantes del país”. Sin embargo, durante la gestión de Mauricio Macri cedió a perder el monopolio para el mantenimiento de los barcos que cargan soja en los puertos de la zona. 

“Además, las navieras son obligadas por el sindicato de estibadores a contratar un servicio de asistencia médica para emergencias por accidente a bordo de los buques, empresa que cuenta con dos helicópteros para la evacuación de trabajadores y que es propiedad del propio Herme Juárez, que también maneja todo lo relacionado con el embarque en las naves de aceites comestibles a granel”, afirmó la misma fuente.

En este punto, es recordado el paro que instrumentó en todo el polo aceitero y sojero de Santa Fe en 2010, algo que puso al borde de la quiebra a varias aceiteras de la región. Tuvo que intervenir de manera directa Hugo Moyano para levantar el conflicto.

Por sus oficinas pasaron los funcionarios más importantes de los últimos 20 años, incluidos integrantes de los gobiernos del kirchnerismo, de Cambiemos y también del socialismo, en Santa Fe. Son varios los gremialistas que recuerdan que “Vino Caliente” fue uno de los mayores aportantes a la campaña del socialista Hermes Binner.

En una entrevista publicada por el diario El Cronista, en marzo del 2018 y en ocasión de cumplir 50 años al frente de la Cooperativa de Trabajadores Portuarios, Juárez enviaba un mensaje al Gobierno. “Desde nuestra cooperativa apoyamos la gestión del Presidente, y nos honraría aportar nuestra experiencia en la nueva mesa chica del Gobierno para analizar el contexto económico y sumar fuerzas“.

Sin embargo, el sindicalista fue detenido hoy en su lujosa mansión ubicada a unos pocos kilómetros de la ciudad de Rosario en la zona de San Lorenzo, sobre la calle Hugo Parente. La medida fue ordenada por el juez federal de Campana, Adrián González Charvay. La Justicia habría detectado supuestas maniobras extorsivas que le generaron ganancias inmensas, tanto para él y su familia como para sus más cercanos en la cúpula sindical.

Con el paso del tiempo, Juárez extendió sus influencias hasta el puerto de San Lorenzo, donde funciona una célula de idéntico funcionamiento, llevada a cabo por una cooperativa explotada por su hermano, Iván Juárez.

En los papeles, el objetivo “oficial” de las cooperativas era generar fuentes de empleo entre trabajadores que percibirían de manera equitativa los beneficios del negocio. Sin embargo, la Justicia investiga si Juárez convirtió esa cooperativa en una suerte de empresa privada que se aprovechaba de los beneficios impositivos para enriquecer su patrimonio personal.