Una reciente sentencia judicial halló culpable al sacerdote Marcelo Ferrero, de 57 años, por abuso sexual simple agravado cometido contra una adolescente durante un campamento del grupo scout San Ramón Nonato, en Río Ceballos, Córdoba, a principios de este año.
El fallo fue dictado por el juez Javier Bottero, en los Tribunales de Rafaela, y establece una pena de tres años de prisión condicional, lo que significa que Ferrero no irá a la cárcel, pero deberá cumplir estrictas condiciones judiciales.
Entre las medidas dispuestas se incluyen:
- Inhabilitación perpetua para ejercer el ministerio sacerdotal.
- Prohibición de ingresar a la localidad de Ramona, donde ejercía funciones pastorales.
- Residencia obligatoria en la provincia de Córdoba durante el cumplimiento de la pena.
Quién es Marcelo Ferrero
Marcelo nació en Rafaela, donde aún viven sus padres y dos hermanos. Su vocación religiosa lo llevó a estudiar en el seminario de Córdoba y fue ordenado sacerdote en la parroquia de Guadalupe.
Durante casi 30 años ejerció su ministerio en varias localidades de la región: Tacural, Ceres, San Vicente y Ramona, esta última su última asignación pastoral, desde el 5 de abril de 2024.
Su figura era ampliamente reconocida en las comunidades donde trabajó, hasta que la denuncia por abuso sexual marcó un antes y un después en su trayectoria.

El caso que estremeció a la comunidad
El hecho ocurrió durante el campamento de cierre anual del grupo scout en enero de 2025, actividad a la que asistieron más de 100 personas, entre niños, jóvenes y adultos. La víctima, una menor de edad, formaba parte del grupo y el propio Ferrero participó del evento en su rol de acompañante espiritual.
La fiscal Favia Burella encabezó la investigación que derivó en la imputación por abuso sexual simple agravado, considerando la calidad de ministro de culto del acusado como agravante.
Ferrero admitió su responsabilidad en el marco de un juicio abreviado, lo que evitó la instancia de un juicio oral y permitió una resolución más rápida del proceso judicial.
Comunicado de la Diócesis de Rafaela
A su vez, la Diócesis de Rafaela difundió un comunicado en sus redes sociales mediante el que informó la implementación del protocolo en casos de violaciones en perjuicio de niños y adultos.
“Como es de público conocimiento a raíz de la denuncia por un delito contra la integridad sexual simple (según carátula) que involucra a un sacerdote de nuestra diócesis, informamos que, conocidos los acontecimientos en el mes de enero, se actuó inmediatamente en conformidad con el protocolo previsto por las Normas Diocesanas para la prevención y el abordaje de abusos de menores y adultos vulnerables en los ámbitos eclesiales”, reza parte del mensaje.
En ese sentido, añadieron: “Ante esta situación, que nos genera dolor y perplejidad, se decidió tomar contacto con los familiares de la víctima, informándoles del derecho que les asiste para realizar la correspondiente denuncia ante la Justicia, quien ya realizó las actuaciones pertinentes”.
Las autoridades eclesiásticas explicaron en el comunicado que “desde el momento de tomar conocimiento de los hechos y conforme al derecho de la Iglesia, el Obispo de la Diócesis de Rafaela resolvió una serie de medidas cautelares”.
Por ejemplo, “que el ministro en cuestión cese en el acompañamiento de todas las actividades pastorales que tenía a cargo hasta entonces; que ya no resida en la localidad donde ejercía su ministerio ni preste servicios en otras comunidades; que no tome contacto con la víctima u otros menores, ni con sus familiares o testigos”.
Finalmente, expresaron que quedaron “desde el primer momento a disposición de la justicia en aquello que se requiera” y “reafirmaron su compromiso en la protección de los menores y adultos vulnerables”.
“Se decidió tomar contacto con los familiares de la víctima, informándoles del derecho que les asiste para realizar la correspondiente ante la Justicia”, indicaron desde la entidad.