El monumento que retrata en cuerpo entero al que fue el primer secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), con una mano alzada y la corbata al viento, fue apartada de uno de los accesos de la sede de la organización internacional.
El Parlamento ecuatoriano resolvió hace nueve días avalar la salida del país del organismo multilateral y cuya sede se encuentra ubicada al norte de Quito.
La Cancillería, que es propietaria del inmueble, no se ha pronunciado oficialmente sobre el retiro de la estatua de Kirchner, que fue un regalo del Gobierno de Cristina Kirchner a la entidad a finales de 2014. Hasta el momento, se desconoce el destino final que tendrá la estatua.
Esa donación del Gobierno argentino tuvo un costo estimado en 114.000 dólares y la pieza fue elaborada en Buenos Aries por el escultor Miguel Gerónimo Villalba.
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, anunció que el edificio de Unasur, que se encuentra en desuso, se convertirá en una universidad indígena.
La crisis en la organización se inició en 2017 cuando los doce Estados miembros no pudieron ponerse de acuerdo sobre un nuevo secretario general, se agravó por las posiciones encontradas sobre la crisis venezolana y entró en una fase crítica cuando, en abril de 2018, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú suspendieron su participación y financiación.
El pasado 21 de marzo, los jefes de Estado de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay y Perú se reunieron en Santiago de Chile en el Encuentro de Presidentes de América del Sur, una cita que supuso la creación de un nuevo bloque con el fin de reemplazar a Unasur.
La Unión de Naciones Sudamericanas nació en 2008 con doce estados miembros de los que ahora solo quedan Bolivia, Guayana, Surinam, Uruguay y Venezuela.