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Tres vehículos que fueron encontrados totalmente quemados en zona rural cerca de Rosario podrían haber sido los utilizados para cometer el robo a la empresa de recaudación de caudales Brinks, el pasado lunes feriado por la noche en zona sur.
Un vecino reportó el hallazgo y la policía local, junto a la Agencia de Investigación Criminal y Fiscalía, trabajaban este miércoles al anochecer en el lugar, un camino de campo en el acceso a Villa Amelia, unos 30 kilómetros al sur de la ciudad.
Allí, totalmente calcinados permanecían un utilitario Renault Kangoo, un Chevrolet Prisma y un Honda, dos de ellos con pedidos de secuestro por haber sido reportados como robados el año pasado y los tres con patentes correspondientes a otros coches similares pero sin denuncias.
Encontraron tres vehículos quemados que podrían haber sido utilizados en un robo millonario
El comisario Claudio Kleiman informó al móvil de Telenoche (El Tres) que la investigación baraja que los delincuentes no serían de Rosario o la región sino que llegaron especialmente para el millonario golpe -se llevaron 43 millones de pesos– a la planta ubicada en Presidente Roca al 2700.
“Tenemos el testimonio de una persona que vio los vehículos quemados ayer en horas de la tarde, por lo que podrían haber estado desde la madrugada”, dijo en relación a las horas posteriores al robo a Brinks.
Se cree también que la banda, que sin violencia redujo a una familia en una casa lindera a la empresa para abrir pacientemente un boquete desde allí, tenía vehículos escondidos en medio del campo donde habrían hecho el cambio e incendiaron los que usaron para escapar, presuntamente en dirección a provincia de Buenos Aires.
Los autos quemados eran peritados y cotejados con imágenes de cámaras de seguridad para intentar confirmar si efectivamente tienen relación al citado golpe.
El lunes cerca de las 21.30, entre cinco y siete ladrones entraron a la casa y redujeron a Guillermo, que vive allí con un hermano suyo y estaba en ese momento con sus hijas, que habían ido a visitarlo con los nietos.
Esto sorprendió a los delincuentes, que esperaban menos gente. “Tenían inteligencia, porque siempre somos mi hermano y yo”, observó Guillermo al destacar el asombro de los maleantes cuando vieron a los niños, a los que encerraron junto a los mayores en una habitación y sólo les retuvieron los teléfonos mientras abrían la pared para entrar a robar al lado.
