El secretario de Protección Civil brindó detalles de las tareas que realiza el gobierno provincial en las localidades afectadas por la emergencia hídrica. Lifschitz afirmó, al recorrer las zonas inundadas, que “se tomaron las medidas de emergencia para asistir a las familias damnificadas de la mejor forma y para proteger los cascos urbanos”.
El secretario de Protección Civil, Marcos Escajadillo, brindó ayer detalles de la situación en la zona del norte provincial afectada por la emergencia hídrica. “El Nochero es la localidad más afectada”, precisó Escajadillo y detalló “que las prioridades marcadas en el día de la fecha fueron reforzar la línea de defensa; favorecer el escurrimiento del agua teniendo en cuenta que estamos con alerta meteorológico y pronósticos de lluvias; y asistir social y sanitariamente a los damnificados, principalmente en los parajes, donde continúa trabajando el helicóptero provincial evacuando personas”.
Hasta el momento, en todas las localidades afectadas “la cantidad de evacuados es de 83, pero tenemos una cantidad importante de autoevacuados, a quienes las comunas y los ministerios de Desarrollo Social y Salud están asistiendo”, concluyó. Al momento, hay 53 evacuados en Santa Margarita; 10 en Villa Minetti; y 20 en El Nochero que reciben asistencia de distintos organismos.
Por su parte, el gobernador Miguel Lifschitz recorrió Estación El Nochero, Gregoria Pérez de Denis, donde se reunió con el presidente comunal y los equipos de Protección Civil, para coordinar acciones, supervisar tareas y dialogar con vecinos de la localidad.
Posteriormente, visitó la comuna de Santa Margarita, junto con el ministro de Infraestructura y Transporte, José Garibay; y el senador por el departamento 9 de Julio, Raúl Gramajo, y tuvo una reunión con productores afectados de dicha zona. Los principales daños son en relación a la producción hasta el momento.
“Hubo precipitaciones muy intensas que han estado entre los 500 y 700 milímetros en pocas semanas. Y, también, estamos recibiendo mucha agua de Santiago del Estero y del Chaco”, explicó el gobernador. “Se registraron situaciones muy complejas, con familias que tienen agua en sus viviendas, con campos y zonas productivas inundadas, con productores que han perdido toda su cosecha y van a tener dificultades para arrancar de nuevo”, indicó.
“Conversamos con las autoridades locales, con el senador departamental y con los productores de la zona, y hemos tomado medidas de emergencia para asistir a las familias damnificadas de la mejor forma; para proteger los cascos urbanos, de modo de evitar que si sigue lloviendo haya peligro para los mismos; y al mismo tiempo, encarar medidas de apoyo para los productores”, afirmó Lischitz.
“La semana próxima estará aquí la ministra de la Producción, Alicia Ciciliani, para conversar con los productores sobre la asistencia en forma directa, sin burocracia. Y se está trabajando en un proyecto definitivo con Santiago del Estero y el Chaco, sobre obras de fondo, que esperamos que financie el gobierno nacional”, señaló -ver pág. 11-.
“Dicen los memoriosos que desde principios de los años 70 no había una situación parecida, de precipitaciones tan intensas en tan poco tiempo. Afortunadamente, por ahora, no hay zonas urbanas afectadas, salvo en casos muy puntuales. Hay unas 50 familias evacuadas que pertenecen a parajes rurales y están todas en muy buenas condiciones”, añadió el gobernador.
En el departamento 9 de Julio y en el norte del departamento Vera, son cerca de 300 mil las hectáreas afectadas por el fenómeno que comenzó a registrarse en el último trimestre de 2018 y aún hoy persiste, con precipitaciones excepcionales y escurrimiento de agua desde las provincias de Chaco y Santiago del Estero.
Desde entonces, autoridades de la secretaría de Protección Civil y de los ministerios de la Producción, de Salud, de Desarrollo Social y de Infraestructura y Transporte implementan el protocolo de acción previsto, con la colaboración de Bomberos Voluntarios y organizaciones de la sociedad civil. Las tareas continúan con una evaluación precisa de las áreas afectadas que serán declaradas en emergencia, de modo de lograr un impacto en el tratamiento impositivo en las producciones de la zona.
Del mismo modo, se lleva adelante un trabajo defensivo con la construcción de represas y la consolidación de otras defensas ya existentes. En ese sentido, se concretó la apertura de terraplenes ferroviarios, acordada con autoridades nacionales, lo que mejoró el escurrimiento.