UNO SANTA FE
La presidenta del Capítulo sobre suicidio y prevención de la Asociación Argentina de Salud Mental, Diana Altavilla, analizó la situación y dialogó sobre el problema con UNO Santa Fe
La Organización Sanitaria Panamericana señala que el suicidio desde una perspectiva epidemiológica afecta especialmente a las poblaciones más pobres y es muy frecuente en grupos vulnerados y discriminados, donde los recursos y servicios suelen ser escasos y limitados para la identificación temprana, el tratamiento y el apoyo a las personas necesitadas. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud expresa que el suicidio constituye un problema de salud pública muy importante y en gran medida prevenible. En la provincia son varias las localidades con este fenómeno y en el caso de la ciudad de San Jorge, ubicada a 150 kilómetros de la ciudad de Santa Fe, las estadísticas alarman y preocupan a esa comunidad.
En agosto de este año, el Concejo Municipal de esa ciudad declaró la emergencia social ante la alta tasa de suicidios juveniles, 22 en un año. Asimismo, organizaciones barriales y culturales continuaron reclamando una mayor presencia del Estado ante el fenómeno después de la declaración. Una de las medidas que tomó el gobierno local en conjunto con el Ministerio de Salud de la provincia fue traer a especialistas para que hagan una evaluación sobre la sociedad y las instituciones.
Una de esas profesionales fue la doctora en psicología Diana Altavilla, quien es presidenta del Capítulo sobre suicidio y prevención de la Asociación Argentina de Salud Mental, y de la Sección Suicidio y Autolesiones de la Federación Mundial de Salud Mental. Además, fue parte de la comisión redactora de la ley nacional de prevención del suicidio, 27.130. UNO Santa Fe la consultó para conocer la evaluación que hizo sobre San Jorge en sus meses en el lugar y los desafíos que debe afrontar de ahora en más la comunidad.